¡Viva el metal!

Cuando solo me siento
la música me llena de sentimiento;
con cantos infernales de metal,
con baterías ruidosas aportándole un ritmo magistral,
bajos demoledores escuchándose cada minuto,
guitarras explotando cabezas al sonar.

Diferentes géneros podrá haber
pero el metal nunca morirá,
se lleva en la sangre,
nadie nos lo podrá quitar.

Muchos la detestan,
refiriéndose como demasiado ruido,
si supieran los mensajes que dejan,
sabrían también apreciar el sonido.

Es una manera diferente de poderse relajar,
la música me tranquiliza y a la vez me hace gritar.
Puedo liberar esa ira interior que yacía escondida,
ni un minuto de silencio en mí garganta se oirá,
¡Metal! ¡Viva el metal! ¡Nunca morirá!

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julian me encanto la forma que llenas el papel con ese sentir que plasmas con facilidad un abrazo chavon y mis respetos tu amigo que te aprecia jess

 

gracias por todo jess
un abrazo grande