Voy a contarle a ella

Voy a contarle a ella, a los lejos, que me disgusta gustarme cuando miro su foto, además voy a contarle que mi corazón aún no está roto, que tengo un repuesto escondido en mis manos, que se llama escritura, que se llama poesía, que me hará escribirle con pleitesía e hipocresía. Además quiero contarle que en realidad no es tan bella, que he estado con más bellas, claro, pagadas, pero al final, eso no cuenta. Quiero decirle que no es tan imposible más bien es muy posible, pero para mí no tanto y eso será porque yo no soy libre, pero ella es completamente libre de hacer lo que ella quiera. Ella, la mujer que creía que era la más bella, pero tengo muchas cosas más que decirle, que quizá se volviera un discurso, una arenga, una prédica pero no necesito gastar demasiadas letras y es que aquí juega mi bipolaridad eléctrica, porque hoy la odio y seguro mañana la amo, así de estúpida es mi dualidad, pero no me importa porque así es el juego de la vida, vivir viviendo deseándole encontrarla para después perderla. Quiero contarle a ella todo lo que de ella me disgusta y también lo que me gusta, decirle que es superflua, que es barroca, recargada y pomposa además decirle que se parece a una rosa o mejor a un clavel, ese que muere en un viejo y sucio motel. Mujer quiero decirle que hasta sería una perra pero no vale insultarle a una lejana estrella. ¿Voy o no voy a contarle a ella? Mejor no le contaré nada y mejor dejaré el espacio de estas letras ya no para odiarla sino para quererla.