Vuelviendo a coincidir con la sincronizidad

Cierro los ojos y abro el sendero
Escucho los grillos cantandole una canción al silencio
El sereno me muestra el camino
Las piedras me invitan a tropezar con respeto

El paso es a veces en falso para aprender a bailar
Mientras el amanecer sorprende con un contorno nuevo
El caminante respira su plenitud
Le queda un camino largo y estrecho

Las lágrimas ahora tienen sabores más gustosos
Las risas un eco más sordido
Y las fronteras menos cercas que brincarse al final del día

Discuto con los animales los temas del instinto
Me dicen que nunca han conocido la depresión
Pues se tienen que mantener alerta
Y eso genera el interés de la vida


El vigor de la muerte que sugiere intensidad
Nos recuerda que somos infinitos pero en la transformación y no en la forma
Y el dejar de existir es un mentor que hace correr al caminante
Que luego descansa en la validez del recuerdo

Y vuelve a pedirle esa oscuridad que le proponga un sendero nuevo
En donde prender la alforja
Y planificar su destino junto a su llama

Destino que está escrito
Destino que es por azar
Da igual, porque lo que importa es la experiencia de sentir al azar y a lo pactado ser indiferentes en la creación de cada camino...