Worm party, version Armagedon

El escenario como siempre era el indicado, sin importar los cambios mínimos en que podría variar. Y esta era contienda rutinaria, aunque como siempre a muerte. Sin resquicio a la compasión.
La tropa de gusanos de infantería auto denominada “CHIKEN LEGS”, estaba en guerra desde siempre. No había registros consultores donde pudiese corroborarse la fecha exacta del inicio de este conflicto, ni menos la cantidad de gusanos muertos en batallas.
Por el otro bando figuraba la tribu de gusanos del “CLUB JENNA”,
similar raza mercenaria que solo apostaba a ganar tiempo de supervivencia asesinando gusanos enemigos.

El conflicto comienza y da por iniciada la guerrilla cuando “CHIKEN LEGS” conecta un certero ataque aéreo dejando heridos, pero aun en combate a Mc Kenzie Lee y a Ashton Moore, del “CLUB JENNA”.

Mulligan no tenia espacio para la duda. De todo el arsenal balístico que disponía la más poderosa arma era la granada Holy, la que pensaba ocupar y así equiparar la balanza para los dos equipos.
Hábilmente sorteo los obstáculos, lo accidentado del campo de batalla por ataques anteriores y se situó a distancia apropiada que podría prometer la eliminación instantánea la cuenta de tres gusanos enemigos.
Debía ser cuidadoso, había sabido de experiencias ajenas cuando ocupaban la granada Holy, la onda expansiva terminaba por despedazar incluso al soldado atacante y Mulligan no disponía de la suficiente energía para darse ese lujo. Disparo.

Un ruido de cristales molidos caídos directamente del cielo encendido, fue el antecesor del coro mortuorio; un aleluya que no termino de trinar la ultima nota antes que soberbia explosión terminara exterminando las tres vidas de los gusanos atacados, mas la del torpe Mulligan que termino volando por los aires y caer inerte en el mar.

Mc. Kenzie Lee, Ashton Moore, Chanel St. James; del CLUB JENNA,
estaban muertos, pero Krystal Stahl y Jesse Capelli continuaban vivos, aunque peligrosamente juntos y atrincherados en un socavón. Turno de ataque: CLUB JENNA.

Jeese Campelli, gusano reclutado a última hora, sabia de la mala posición en que se encontraban el par de enemigos vivos. Estaba claro, no necesitaba ocupar la escasa inteligencia que no tenia para saber que un buen cálculo de coordenadas localizaría a esas dos larvas rastreras, única resistencia enemiga. Después lo que quedaba era llamar por radio vía microondas y el poderoso misil Homing, de cualidades perforantes, penetraría el socavón donde se escondían los cobardes gusanos enemigos. La victoria dependía del tiempo en que dejaba pulsado un misero botón.
Jeese Campelli, no vio ni la silueta del misil que se alejaba por el horizonte, solo escucho la explosión y un instante después, a distancia el hongo atómico que corroboraba que seguro, bajo este, no quedaban ni siquiera restos de gusanos enemigos. Victoria.
Esa batalla la gano el CLUB JENNA y una bandera flameaba orgullosa entre vítores agudos de los gusanos triunfadores…

¡¡¡Basta!!!..., estos juegos de computadora tienen propiedades enviciantes cuando se trata de estrategia belica, hasta mi padre trasnocha los días laborales pegado al monitor. Mejor cierro el programa y me pongo a navegar, quizás a escribir o por ultimo enciendo la televisión hasta quedarme completamente dormido. Mañana seguro disfrutare de una dulce venganza.
[FONT=Arial]Malditos gusanos suicidas, todos condenados a muerte.[/FONT]