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El callo dijo al meñique:
¡Hola, peque! ¿Cómo estás?
Y el meñique respondía:
-Cuando te veo, pues mal.

-Pero chico ¿Qué me dices?
... si nos llevamos genial.
-No me toques las narices,
no te puedo soportar.

-Cuando te pones rojito
sólo haces que picar,
y si estoy en el zapato
el dolor es colosal.

El callo se puso digno
y no quiso tolerar
los insultos que el dedito
le quería dedicar.

-Pues te creerás muy listo,
pero te vas a enterar:
Cuando me pongo a tu lado
siempre voy oliendo mal.

-Estás lleno de gorritas
y no te lavas jamás,
y no te pongas farruco
o te voy a machacar.

El meñique, compungido,
al gordito fue a llamar,
pero el callo se escondía
de las furias del pulgar.

De repente una cuchilla
empezaba a trabajar,
y afilada como estaba,
fue al callito a rebajar.

El meñique se reía:
del callo se iba a librar,
y contento y aliviado
lo quería celebrar.

Invitaba a las gorritas
a una copa de champán,
pero la fiesta se aguaba,
porque después de extirpar
remojaron ese pie
y lo fueron a secar.

xxx

Churrete


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Gracias, amigo. Un abrazo. Churrete.

 

GrAciAs, AmigA. Besos. Churrete.

 

Gracias Sara. Un saludo. Churrete.

 

Gracias, amiga. Un saludo. Churrete.

 

Gracias Valentina. Besos. Churrete.

 

Entretejida obra donde las formas apretadas dejan hasta cierta
ternura en ese liquido de las sensaciones fisicas. un bello ejemplo
de poesia surreal y pliegues velados que sacian al lector.
saludos de luzyabsenta