Y en tu cabello me perdi...

Mis recuerdos de aquel momento son escasos y algo confusos, intento devolverme a ese placido lugar, las horas se nos habían pasado rápidamente al igual que las manillas del reloj habían avanzado unos cuantos espacios.

Pase horas perdido en tus ojos, los temas de conversación parecían infinitos, los juegos de niños no nos importaban y la única preocupación que existía para mí, era buscar la manera de hacer que sonrieras.

Mis manos temblaban y mi torpeza era evidente, solo quería impresionarte pero creo que logre mucho más al parecer como un tonto ante tu mirada, logre aniquilarte con cosquillas y sin pensarlo desarmarte con caricias.

Después de aquel forcejeo quede agotado, me recosté entre la pared y el piso, enseguida hiciste lo mismo, sentí la necesidad de tomar tu mano y buscar tu mirada, sin argumentos para explicarlo afirmaste sin hacer ningún gesto, debo suponer que es porque te conozco más que a mí mismo.

Con algo de temor y duda me aferre a tu cintura, tu cabeza se recostó contra mi hombro y tu espalda con mi pecho, mi mano se hiso camino sobre tu rostro y cerré tus ojos como quien quiere dormirte.

Espaldas a mi, llegaba lentamente para controlarme el olor suave y dulce de tu cabello, el tiempo se pasó transformado siglos ese pequeño instante, recorrí tu rostro con la yema de mis dedos, cerré también mis ojos y quedamos conectados en un abrazo, no en cualquier abrazo, sino en aquellos abrazos en el que los segundos no importan, aquellos abrazos en que dices “no me quiero separar de ti”, aquellos abrazos que lo único que deseas es protegerla y expresas que “todo va a estar bien”.

Miles de cosas dichas sin pronunciar palabra alguna, voltee a mirarte, respiración lenta y coordinada, ojos buscando descifrar los pensamientos del otro, mi mano en tu cabello y la tuya aferrada a mi cuello.

Mis pupilas observaron tus labios como quien pide permiso para besarlos, tú con un poco de impaciencia, los acercaste a mi boca para hacerme entender que me tardaba en poseerlos.

No sé cuánto tiempo dure extinto en tu boca, tu lengua unida a la mía solo me transportaba y mi mano se perdía en tu cabello, un minuto? Dos minutos? Para mi fueron horas con el pecho sin respiración y latidos congelados, te habías vuelto mi todo.

Varios milenios después que regrese de tu beso, decidiste quedarte dormida sobre mi pecho, acto seguido me dedique a perderme en tu cabello, recuerdo que me quede dormido también jugando con el, con su olor y tus abrazos que me hacían querer protegerte.

A la mañana siguiente me despierto con el espacio de la cama vacío, arropado con mucho frio y como única compañera a mi eterna amiga almohada.

Media hora después solo toca café y levantarme…

Arrivedercci…

 

Hermosa prosa y que rico cafe... Estrellas