Y me da igual

Sin corregir escribo, sin pensar en las veces que mis palabras pueden ser inciertas,
que estarán mal escritas.
Sin creer, que alguien pueda por ventura entenderlas sin traspasar los cielos.
Aunque mantengo la esperanza de que ellas rompan las nubes
y que del primer cielo lleguen a la bóveda celeste,
donde se forma la lluvia y esta caiga sobre mí limpia y pura,
que tras empaparme me quita la mala jornada del día...
Esas aguas que tantas veces me han dejado inmóvil en los caminos
mirando al cielo y deseando mas...
Ese fresco saludo del cielo que me despierta y me da vida,
que me hace ver a que lugar pertenezco
y de que material estoy hecha.
Cuando el aroma del barro invade mis pituitarias,
es entonces cuando soy capaz de mirarme,
de sentirme viva,
de creer que el amor me creo porque a él le plació.
Es, cuando entiendo que no tengo otro tiempo,
que son estos mis instantes,
que es este el momento en el que el amor me mira,
aunque no corrija al escribir,
aunque sea él quien tenga que enderezar mis letras y mis caminos...

SHA.

 

Gran placer la lectura de tu interesante escrito, saludos.