Y qué inocente.

Hoy soñé contigo,
te lo juro.
Y di mil gracias a Dios.
Y eso que no soy creyente.
Hoy baile contigo,
te lo juro.
Rememorando cada nombre tuyo que encontré en mi mente.
Qué inocentes...

Hoy nos veo a ti y a mí,
no hay más gente.
Y si la hay nunca los vimos,
nos serían indiferentes.
Recuerdo las pulsaciones
de un corazón adolescente.
Qué inocentes...

Llegando a las tantas entre ruidos entre gente,
llorando de la risa,
será que hay algo en el ambiente...
El caso es que aquí estamos,
aquí estoy,
sé que estoy bien.

Y de repente dices ven...
Y de repente dices ven...

Yo que siempre fui como un poeta: transparente.
Yo que con el agua te escribía mis versos más inconscientes...
transparentes.
Y qué inocente...
Y qué consciente.

 

Bellos versos, dichosa inspiracion

 

Delicia divina de sobresalientes letras emocionantes, bello trabajo brillante.
Jorge Lemoine y Bosshardt, "Estrella Máxima" de Mundo Poesía.

 

Creo que antes que la malicia es mejor la ingenuidad.
Lindos versos.
Saludos.