¿Y quien soy yo?

¿Y quien soy yo?

¿Y quien soy yo?
Le preghunta la joven aferrada a su verdugo: La muerte, bello joven de grises ojos.
"Tu eres un angel" este le contesta.

¿Un angel? La chica palpa sus alas ya rotas...
¿Un angel has dicho?
Pero ella no ve su belleza sobrenatural,
no ve sus alas blancas como nubes cin mancilla.

"Yo basura soy, no valgo nada...
¿Que soy yo, si no una sombra negra envuelta en llanto
que gime y ahoga sus gritos en la lluvia de la noche?"
La muerte acaricia los negros cabellos de la jovne.
"No te ciegues en tu dolor, eres un angel, puro, bello y blanco,
no vale la pena derrumbarse por algo que insignificante es"

"¡Tu no entiendes mi dolor!"
La muchacha reprocha y sollo<a.
"¿Quien soy?"

Y el estigma aparece,
la herida se abre,
sus ojos negros lloran y la desesperanza corrompe su alma.

"¿A que le lloras bella mujer?"
La muerte susurra a su oido melosamente,
y remueve recuerdos y sentimientos.

"Le lloro a algo que ya no existe, que ya no es...
y caigo en mi dolor punzante una y otra vez.
Le lloro al angel a quien le entregue mi ser,
y con desprecio pago el sacrificio que yo supe hacer.
Le di mi corazon puro,
las plumas de mis alas,
las lagrimas de mis ojos,
la sangre de mis venas,
el aliento de mi voz,
le di mi alma en pena,
y sin nada me quedo hoy.
Que desdicha la mia, que usada estoy,
ya no recuerdo sus sonrisa,
ni quien diablos soy"

La muerte suavemente sonrie,
y la lengua se pasa por los dientes,
a la triste joven se acerca
y en su mano una daga negra le ofrece.
Los negros y tristes ojos del angel brillan,
y con sus blancas y puras manos toma el amra
de la huesuda mano de su compañero y alma.
Ls locura brilla en sus sonrisa,
y en la daga encuentra el descanso que su alma triste merecia.
Y su alma lejos volo,
y sus ojos blancos quedaron,
su cuerpo de piedra se volvio,
y sus alas blancas se esfumaron.
La muerte los labios muertos le beso,
y sus manos frias acaricio,
el perfume de su cabello aspiro
y su hermosa cara estigmo.
Y un adios le dijo, con su gelida y lugubre voz,
y una pluma de sus alas se quedo,
y la lleva siempre junto a su corazon muerto,
pues es el triste recuerdo,
de su amor ennegrecido por un angel triste y caido.

 

´Muchas gracias Julia.

Tristan

 

Hermoso poema !

Saludos cordiales !