Ya lo se.

Se que peso poco en tu vida. Casi nada diría yo, es posible
que sea como brisa liviana...
No está en mi deseo, adelantar el sonido de tus pasos, ni
tampoco, distraer la salve de tu misa...
Se, que en tu frente den nardo, no llego a ser ni recuerdo
ni sonrisa.
En cambio, tu lo eres todo para mi, mi locura, mi monte
mi canción, mi mar templado, el pulso de mi sangre...
¿Dónde duermo sin sueño?, intentaré subir al andamio, para
esparcir ese amor, a pesar de saber que nació fracasado.