Himno al Cristo engañado

“Bienaventurado el que, engañado por el Padre,
sirve como instrumento para esperanzar a los hombres
con la imposible vuelta al paraíso”

Cante la alondra temprana tu espina;
punta sangrienta que Dios mentiroso
clava insensible en tu cuerpo penoso
que álgido muere en la nieve asesina.

Cruel filicida, la mano dañina;
sádica mano del padre orgulloso.
Golpe tremendo del cielo horroroso
rompe, inclemente, tu espalda divina.

Vana expiación fue tu hórrida muerte.
Vil, te tortura, Jehová, enloquecido,
que gana prestigio con tu ácida suerte.

Mueres en cruz a la sombra del nido.
Llora Satán al poder comprenderte;
besa tu cuerpo que yace vencido.

(Ríe Jehová su mentira a los hombres)

 

El estilo de reír por reír sin sentido... con la locura y el frenesí de las ideas irritadas de algo que vimos desmoronar hace mucho tiempo.
Proyecto de Soneto, obviamente soy el menos indicado para hacerle notar algún error en el conteo de sílabas.
El dilema, la furia directa en cada línea que le da un aire tetrico muy agradable. Buen poema.

Saludos y abrazos

Andrés Amendizabal​