EPITAFIO A UN HOMBRE DE BIEN (en el día de difuntos)

EPITAFIO A UN HOMBRE DE BIEN
(en el día de difuntos)

​

Un preclaro mortal es el que yace
bajo el mármol pesado de esta losa.
De su vida fecunda y generosa,
para ejemplo, mención aquí se hace.

A ninguno jamás ofender quiso
ni prestando ni dando su dinero
pues humillas al pobre o pordiosero
a quien Dios surtirá de ser preciso.

No fue nunca capaz de hacer favores
estimando que, los que los reciben,
cada vez que te miran se cohíben
pues no es grato saber que son deudores.

A su esposa trató como a ninguna,
de sus hijos cuidó, cual padre amante
procurando solícito y galante
que jamás derrocharan su fortuna.

Compañeros ni amigos se le vieran,
era tal su mesura y su decencia
que no quiso cargar en su conciencia
el negarles la ayuda que pidieran.

Era parco y frugal en diversiones
sólo a veces jugaba en el casino
y aunque siempre gustaba del buen vino
al burdel sólo entraba en ocasiones.

Al rogar por el hombre que enterraron,
piensa que, si descansa tras su muerte,
mucho más que el difunto, por su suerte,
su familia y vecinos descansaron.​

AGUSTÍN​

 

Amigo Maramín:
Como bien dices: "disfrutó ese hombre a su manera" y eso me ha recordado el cuento de aquel viejo avaro al que aconsejaban que gastara en vida su dinero, pues sus hijos disfrutarían dilapidándolo a su muerte.
Y el viejo contestó: "¡No van a disfrutar ellos gastándolo ni la cuarta parte que yo disfruto guardándolo!" ¿Qué te parece? Aunque bien visto, el difunto personaje de mis versos sí que gastaba... pero en sí mismo.

Un abrazo
AGUSTÍN.

 

El hombre descansó,
pero la familia descansó más ,
pues el dinero no se pudo llevar...
Un saludo cariñoso Agustín
Ana

 

Dicen que e muerto nunca descansa porq sobrevive en boca de todos
Un gusto leerte poeta
besitos

 

Hombre de bien eh!
Bien Agustín, siempre es un placer pasar por tus letras.
Recibe un cordial y aectuoso abrazo.

 

Otra joyita, excelente. Gracias por la invitación, Agustín. Ha sido muy grato visitar tus poemas.
Un abrazo.
Dany.

 

Muy agradecido Raquel. Sobre tu comentario te diré que, al menos en este caso, no se sabe si el difunto descansó. Lo que está claro es que descansaron los vivos que lo conocieron.
Un abrazo
AGUSTÍN