Los de abajo

Caídos por centavos
se hacen dueños
de la nada que abrazan.

Sus barcas abarcan
los mares de lágrimas
de cerúleos miserables.

Pieles de cristal
con ojos pequeños
y suerte demencial.

Son de raza tosca
hijos de la piedra
en zapatos del pueblo.

Caminantes del empíreo
muerden los ocasos
sólo para saciar sus egos.

Y por abajo
morigerados deudores
pronto serán cazadores.

Los de abajo
los que caminan la tierra
ahí están asechando.

Pronto muy pronto
se erguirán humanos
con el grito en las manos.

La férula será quebrada
y yo estaré cansado
pero riendo despreocupado.

 

Los de abajo; los pisados en las manos y en las rodillas; los callados; los toscos; algún día serán piedra de los grandes zapatones y temblarán sus pasos.
Mauricio, profundo sentir; hoy muestras las crudas verdades. ¿Se invertirá la vida?

Un abrazo mi estimado amigo.

Daniel

 

La opacidad de los de abajo, si cabe, brilla en tus versos, ha de ser el rojo de tu cigarrillo que alumbra en la oscuridad de su pobreza miserable que con lo que tienen también encienden el suyo, entre cajas y diarios con noticias viejas, realidad que ya nadie quiere leer. Y habrá más cuando ya expiremos. Cést ça. Poema con versos que retumban...
un abrazo y mi admiración,
C.

 

Querido amigo, no tengas dudas la vida será de los de abajo algún día, lamentablemente no creo que sea muy pronto.
Abrazos

 

una posisción bastante certera,
por lo menos en el sentido de cuestionar
el juego de sometimiento al que esramos sujetos,
y nuestas alternativas de lucha...

claro que, haciendo una estupenda caracterización...

muy buen texto

saludos poeta

 

Gracias caballero, un abrazo.

 

Te dejo un aplauso.

 

Eli, gracias. Besos