El origen de la fe

El Origen de la Fe

Yo no provengo de Adán, ni tú de Eva.
Si me rompo el pecho no vuela mi alma.
No vengo del maíz, ni de la caña.
No he nacido del polvo, ni la hierba.

Estos rayos de luz, no son de dioses.
Ni estas gotas de agua, ni aquella brisa.
En mi carne no hay rastro de ceniza.
Ni en la noche se escuchan otras voces.

Con todo esto, estoy en paz y no lo sufro.
No ocupo pensamiento que me engañe,
No preciso razón, pávidos lutos.

Mas cuando es para vos, yo juraría:
nueve infiernos para quienes te dañen
y un paraíso, donde siempre vivas.

 

la fe viviente , late . no hay dudas
muy lindo escrito , saludos

 

gracias por tu comentario, siempre creí que la fe nace y muere con uno, no con las instituciones, ningún ser humano puede decir a otro lo que es o no es dios, solo el amor que es creación puede darnos un vistazo de ello

 

Me gusta, buen cierre.

 

gracias por tu comentario