Odio las despedidas

Con el corazón en las manos,
os pido lo lleves contigo,
para cuando estés lejos,
me recuerdes oyendo sus latidos. ​

¡Oh!, inevitable despedida,
al creador de esta palabra maldigo,
y a vosotros digo:
despedida es de la tristeza bienvenida. ​

¿Cómo he de seguir sin ti,
despertando a mi lado en el alba?
¿Cómo viviré sí contigo lejos de mí,
mi corazón se desangra? ​

Sin vuestros besos derramándose en mí,
hoy, afligido me siento,
tal triste y desolado desierto,
de sal, lagrimas y lamentos. ​

He de llorarte cada amanecer,
he de agonizar cada atardecer,
he de morir en cada anochecer,
y así he de seguir hasta verte volver. ​

La gente siempre debería llegar,
e irse jamás y nunca,
quizá sea mía la culpa,
por mi manera tan aprensiva de amar. ​

Ah!, en estas tarde gris descolorida,
extrañado de aun seguir con vida,
he de terminar con un grito esta poesía.
-¡Odio y repudio las despedidas!-​

 

Las despedidas... Son tristes y dejan soledad en el alma . Un placer leerte.

 

Gracias por tu comentario, un placer tenerte por mis escritos.​

​

Saludos amistosos.​

​

 

Interesantes líneas Raziel.

Gracias por compartirlas.