Leyendas, cultura y el presente.

Se mece entre las enredaderas, tendida en un árbol.
Silenciosa se escurre entre la gente...
solo a veces, porque teme que la encuentren.
Se esconde por el miedo que le han obligado a sentir,
teme por su vida, por los suyos y los que están por venir.

A veces aparece en algunos paisajes lejanos,
solo algunos han tenido el placer de observarla...
Ella se los ha regalado gustosa manteniendo la esperanza,
de que si ven lo linda que es... terminen de tratar de exterminarla.

Yo creo que alguna vez tendré la suerte de mirarla,
aunque muchas leyendas de la era me asusten y digan de ella,
que es sólo un alma en pena... que fue una mujerzuela...
que en su vida pasada fue malvada y que hoy vaga desconsolada.

Esta gente no entiende que matarla es perder nuestra esencia,
que mantenerla viva siempre es ser conscientes
de que en este actual mundo carente de creyentes,
existen en países pequeños como este historias latentes...
Esta es mi cultura que trata de sobrevivir en occidente...
estimados míos, ayúdenme a mantenerla presente.

 

Llorar en la esencia de los acontecimientos funestos, en los estertores que fluyen constantes en las fluctuaciones del no-tiempo, donde queda atrapada en eterno presente la memoria de lo que fue, de lo que es y de lo que será, y que de pronto, así, en un rapto de conmiseración enamorado, el poeta objetiva en la materia del verso.

Un fuerte abrazo, yo también creo en la esencia del llanto.