Aeropuerto hasta el cielo

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Aeropuerto hasta el cielo
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Pasan los años
montados sobre recuerdos
que el olvido se encarga
de vestirlos lejanos,
en cuadrados de gris.

Me lavo la cara,
¿soy yo?... no lo creo;
me estiro la barba
y me hieren los pelos;
nos duele la carne
y también, lo sospecho,
los aires de un baile
que sólo lo bailan los muertos.

Danzaba la niña, cuando enfermo
estaba de vinos corrido...
Pretendiendo emularla,
evitando el delito,
no pisar la guadaña
y que la muerte temprana
no lance su grito.

En los valles del alma
un oxígeno raro.
Poluciones del aire
nos deja el deseo en las cumbres,
de montañas que aturden
la sangre de añil.

Psicotrópico y negro
una sombra garante,
con sombrero fumante,
semi barba y chaqueta de cuero
y un abrigo tunante,
deambulo sin rumbo
con mi vago equipaje,
jeringuilla y sustancia...
Aeropuerto hasta el cielo.

No me mires sorpresa,
no me mires amante
de nube algodón,
que mis ramas de fresas
se quedaron resecas
en tu eterna canción;
y si muero de pena
solo espero el perdón,
de una buena doncella
que del viento nació.​

 

hey señor, que buen poema, esas ramas de fresa me dejan divagando entre el cielo y el suelo


salu2

 

Felicidades por tan buenos versos. Saludes

 

Tus versos dan color a la imaginación que se eleva anhelante. Bueno es viajar en tus trazos poeta. Mis abrazos.

 

Muchas gracias señor Gayo, un abrazote

 

Muchas gracias por tu comentario Taxter, un abrazo

 

Un placer que me visites y comentes Monje, un abrazo

 

Son muy placenteras las segundas lecturas como en este caso, hay algo adentro que mira y que nos hace caminar, es un buen blanco el cielo. Un abrazo y estrellas Orfe.

 

Muchas gracias Arkhazul, por tu comentario, un abrazo.

 

Muchas gracias por el comentario. Un abrazo
PD el escrito ha cambiado algo. Lo he editado...

 

Admirables letras sobresalientes de un profundo trabajo hermoso.