Vuela, Hijo

Desde el día cuando naciste
cambiaste mi vida entera
volcaste mis prioridades…
creciste tan rápidamente
¡qué orgullo que así lo hicieras!

Pero hoy dejas el nido
para volar no hasta el cielo,
sino más allá del infinito
y vivir tus propias experiencias
anda, hijo mío:… ¡vuela!

Espero haberlo hecho bien
y haber merecido ser tu padre
que todas las mañanas hasta hoy
me hayas dicho con tanto amor:
“bendición, padre querido”.

No te preocupes que yo
estaré cuando necesites descansar
y beber un poco de mi abrevadero;
sí, son lágrimas... ‘so what?’
soy tu tercera dinámica, ¡lo acepto!

Dídimo Pabón Montilla

 

Me estremeciÓ tu poema, ah!!!estos hijos que nacen de nosotros y luego marcharan como palomas a hacer su propia historia, que un dÍa contaran en un poema...gracias por tan dulce poema, me llego al alma... Saludos pibe..

 

Que hermoso....Mientras son pequeños son nuestros,pero crecen.....y tienen que hacer sus propios nidos....Me encantarón sus estrofas,me veo en ese espejo,que algún día tienen que volar y aceptar esa dinamica de vida.Gracias por compartir esa bella realidad.....hecha poesía.

 

Me imagino que estas muy agradecido de Dios, por la bendición de tu hijo,
esos regalos solo los da Dios, y me alegra mucho que compartas tus sentimientos
te felicito que dicha que ya hayas concluido con el, aunque nunca se termina el ser
un padre, Dios te bendiga, saludos y abrazos. Emy Nancy.

 

Hermosa manera, no sólo de aceptar, sino de empujar a emprender el vuelo hacia uno mismo, pues el hijo va en busca de lo que será su vida en lo consiguiente, me ha agradado mucho este poema, si lo has hecho bien o no, que estoy convencido que sí, el tiempo lo dirá, los valores que aprendió en casa marcarán su éxito, estrellas y abrazos, hasta pronto.

 

Gracias, amigos, compañeros... Pues, sí, es una labor que sólo termina cuando partimos de este mundo. En realidad, todavía está pequeño, pero con algo de independencia que le da el estudio en secundaria. Él no sabe que le escribí esto, pero pronto lo sabrá jeje. Es mi orgullo y mi continuación en este plano, pero a la vez, una persona diferente al que ayudo a trazar y alcanzar sus propias metas. Saludos desde Barquisimeto, VENEZUELA, DÍDIMO