Burbujas de jabón.

Ilusiones nacidas del ego,
festivales danzantes
de sirenas arrogantes
e imperios ambulantes
que se yerguen sobre
burbujas de jabón.

Sopladas por la vida,
su ocaso un segundo
son finales inciertos
como aves que cantan
sabiendo que el otoño
vendrá.

Ignorancia cargada
de locura,
anfitiatro de cristal
con sonrisas de porcelana
elevadas por el viento,
destruidas por presión,
después de todo sólo son
burbujas de jabón,
una vida que el
otoño se llevó.

- Pablo Martínez Alonso -

 

Vanidad de vanidades y todo vanidad. Felicidades. Hermoso poema. Mis estrellas

 

Hermoso poema Pablo, que te trate bien el otoño...
van mis humildes estrellas a tu versar y un abrazo de amigo.

 

Efectivamente Evelyn, todo es vanidad, aunque a veces nos afanamos en cosas que parecen gigantescas cuando reaccionas y lo piensas todo era un espejismo que alimenta nuestro ego... Humano, demasiado humano.

 

Gracias por tus palabras tribuZen, el otoño es un tiempo de reflección, cuando la vida comienza a acabar, las hojas caen secas y los árboles pasan frío. Una promesa de que la primavera llegará con nuevas ilusiones.

 

No son malas las ilusiones, mala es la vanidad humana que quiere volar bien alto alto cuando apenas si sabe caminar.

Interesante. Saludos.

 

Claro cipres, las ilusiones en cierto sentido le dan alegría a la vida, pero muchas veces se es vanidoso con cosas que son ilusiones como estatus, cosas materiales, belleza... ilusiones que están destinadas a desaparecer cuando llegue el otoño.

 

Gracias Luzyabsenta por tus palabras, la vida... difícil cosa, sobre todo cuando se vive por inercia.

 

Gracias por tu visita Rosmery, la vanidad humana es difícil que encuentre un límite... Pero eso ya es cotidiano.

 

Me ha gustado mucho su poema. Felicidades sinceras.

 

buena exposición sobre la vanidad todos la poseemos en mayor o menor medida,
lo malo es que nos arrastre, sin que podamos detenernos a pensar...

 

Gracias por tus palabras prisionero, un agrado saber que disfrutaste la lectura.

 

Es cierto... todos somos vanidosos en algún grado, lo importante es saber manejarla para que no nos inunde. Saludos terrícola, directamente desde plutón.