La constante diferente haciendo la diferencia o algo así, no sé.

Estoy tan inmóvil cruzando las ventanas químicas​

que he venido desterrando desde el sábado,​

sino mal no recuerdo.​

A veces me siento con la corteza en el procesador​

y repito sin empalagar, que ya no sé,​

y es que no sé, no estoy jugando,​

es en serio, ya no sé,​

cada día lo traslado rebotando​

en esta canica roída y quiñada​

llena de barro y coimas en humo anaranjado,​

el amor de mi vida no me ama, pero me lastima,​

entiendo que no me ame, pero porque me lastima?,​

yo ni siquiera he terminado de ser la lluvia flechada,​

la constante diferente haciendo la diferencia,​

ni siquiera he pulido mis copos de rojos​

para morir en buen plan​

y con un bonito estado en Facebook,​

aún conservo los stickers trasnochados,​

todavía retengo incluso,​

esperanzas de verme verde y agripada​

en el ultimo carnaval del mundo.​

​

A veces me siento con la corteza en el procesador​

y repito sin empalagar, que ya no sé​

y no es justo pues, que a mis agujas,​

ya me ande diciendo que no sé​

y es que no sé, no estoy jugando,​

es en serio, ya no sé.​

 

Ayyy Valerie, cuantas veces nos acecha la duda, la inseguridad, el no saber cual es realmente nuestro sitio o lugar, la incertidumbre revoloteando nuestro pensamiento y adormeciendo nuestro ingrávido corazón... Nadie nos ha explicado de donde venimos y hacia donde vamos, tal vez esta conjetura la vayamos aclarando en nuestro paso por la vida, tal vez... La lectura de tu bello poema me ha hecho reflexionar y me ha encantado hacerlo. Besazos con cariño y admiración.

 

Me alegra la identificación con el escrito, gracias por su apreciación.