Redenciones suicidas.

¿Cuando llegue el hambre me comeré mis revoluciones?

Entonces iba conjugándome
con los rayos del sol
entre los árboles miccionados.
Iba en una caja roja de lata,
una caja con gripe y microbios
del tamaño del arco iris,
no tuve lamentos para dejar de arrastrarme
y entonces vi arrastrarse a otros,
pero ya no eran importantes,
de hecho, nunca lo fueron.
¿Sra. Madre, alguna vez
se ha parido a si misma?,
es como estrellar los cabellos
contra las rocas flotantes del océano,
como amarrarse trenes azules a los brazos
y remojar los pies en las lágrimas,
y obviar los pagos de la luz.
Yo que nunca he parido,
soy la madre de las hormigas burbuja,
la nana de las arañas psicodélicas,
y la loca al final de la galaxia
tejiendo calendarios,
repitiendo una y otra vez
infinitamente,
¿Sra. Madre, alguna vez
se ha parido a si misma?,
es como remojar los pies en las lágrimas,
y caminar despacio
sin alma, al fin
…Sin alma.​

 

Impresionante...
Maravilla
divina de arte fantástico
Perdón ese es lemoine.
Genial estilo el tuyo.

 

Para la calidad de la poesía excelente, felicitaciones.

 

Jjajajajajajjajajjaja, qui buina.

 

Hay imágenes que costaría imaginar pero lo haces posible si.
Parece una Mantis versión Cronos devorando a sus vástagos o un conejo en pleno baile preguntándose por la locura de ser o parecer... con el empuje de tus letras vuelo por esos brazos azules amarrados de trenes y esa falta de alma.

Me parece excelente el poema.

 

Una mantis versión cronos, ajajajajajaja, que buena, tengo que hacer algún glosario para explicar esas imágenes, no son complejas, de hecho son muy cotidianas.

Besooooooooooooooooos.