Las rieles viejas del tren que ya no pasa.

La última noche de mi muerte,
no la recuerdo; recuerdo antes
haber sostenido mis venas
y atarme el cabello con ellas,
incluso recuerdo haber vomitado en un jardín,
pero no recuerdo como morí.
Sé que cabalgaba en ratas digitales,
también sé que toda mi vida
cabía en un mochila de la HP
que encontré en una pila de basura.
A los dieciyalgo me mordieron las abejas tensas,
desde entonces, no recuerdo ninguna de mis muertes.
El amanecer no existe, todo es una luna eterna,
todo son líneas roídas y humos borrosos.
A veces luces viva, y luego los reflejos de las vans,
y orinar atrás de los autos estacionados.
Siempre sueñas con llegar a casa,
y luego casa es cualquier lugar
donde puedas limpiarte los dientes con las uñas.
Hoy, todavía me rasco las picazones extrañadas,
también miro fijamente, y hago “tsss”
cuando no me dan una dirección.
Igual que tú, cuando subes al autobús a pedir apoyo,
igual que tú, cuando te empastas los dientes,
igual que tú, cuando lloras sentada en las rieles viejas
del tren que ya no pasa, y te coges la cabeza, y dices
“dios, ya pe’, ayúdame pe’, ayúdame pe’ dios”.​

 

Por qué será que se me pone un nudo en el estómago cuando imagino... debe ser que transmites como si entonces fuera ahora. Revivir es volver a vivir si...

 

Muy bueno este autorretrato construido sobre bellas y sugerentes imagenes, la metáfora de los railes del tren me encanta. Me gustó tu poema Valerie. Abrazote vuela. Paco.

 

Es desesperante morir tantas veces Valerie, pero todavía es mas jodido recomponerse y volver a casa . Me encanta como escupen la tristeza tus versos.
Abrazos

 

El primer verso ya te atrapa. Todo el poema tiene un ritmo trepidante. Un gran trabajo, Valerie.
Es de los poemas que apetece volver a leer. Es como cuando comes algo que te gusta y quieres más.
Enhorabuena por tu merecido reconocimiento en el portal.
Un abrazo.

 

Todavía es ahora, jajjaja, sobre todo por lo de las picazones extrañadas, y la mirada sospecha y vigilante, siempre, todo el tiempo.

 

Si, sé que le encantan las rieles, las estaciones viejas, la metáfora aquí, es que no hay ninguna, hablo de las rieles viejas en desuso, generalmente tienen estaciones abandonadas, o ruinas, y ahí viven los alcohólicos, los yonkis.

 

Creo que es más desesperante no morir nunca.

 

Vivir eternamente puede ser una condena. Pero lo cierto es que la gente se muere, se va para siempre y no vuelve para contar que tal le ha ido.

 

Así es, es un hecho, al menos es uno con el que podemos contar.

 

Como un frapuccino de lúcuma? Mmm, más rico, jajajajjaaa.
Creo que me quieren comprar para que no escriba groserías y cosas que ofenden el ego.
O quizá es que les gustó, puede ser también... Tampoco es que escribo mal no? Digo...Jjajajajajaja

 

Señor me confunde a veces, a veces le entiendo, a veces no, debe ser como los que me leen, a veces me entienden, a veces no, ahora lo entiendo todo.