Extraño tu esencia

Andrea Mejia · 7 de Febrero de 2018

Aquel sabor a hiel y la rudeza de cada palabra,
tu fuerza confusa por el dolor y la intriga
que me sembraste en el alma.
Mis intentos por alejarme de ti y la pena que eso significaba,
tu indiferencia, mi desesperación, el valor y
una eterna esperanza...

Paco Valiente · 6 de Octubre de 2016

Andrea Mejia dijo: ↑

Aquel sabor a hiel y la rudeza de cada palabra,
tu fuerza confusa por el dolor y la intriga
que me sembraste en el alma.
Mis intentos por alejarme de ti y la pena que eso significaba,
tu indiferencia, mi desesperación, el valor y
una eterna esperanza.
La paradoja en tu sonrisa,
tus ojos llenos de lagrimas una y otra vez,
tu aroma inconfundible y tu extraña manía
de hacer las cosas al revés;
el deseo antes que la estrella,
el detalle antes que el "sorpresa"
y al contrario el desayuno y la cena.

Tu vida tal como te parece y el triunfo de
siempre tener razón, aquel deseo confuso de querer
cambiarte si se que nadie interfiere en tu elección.

Y yo, queriéndote como la primera vez,
extrañando ser dulce y complementarte,
amándote así tal y como eres,
pensando en tus ojos y en que no estoy
para limpiar tus lagrimas acariciando tus mejillas,
creyendo todavía que algún día volverás
y me dirás que tome tu mano esperando la estrella,
que mirándome a los ojos me digas otra vez que soy tu deseo
y puedas prometer como no lo hiciste jamas,
que aunque se levante tu adversidad, ya no te iras.
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Mucho desamor vislumbro en estas letras, amar sin ser correspondo implica la soledad más dolorosa, cuando uno desea tanto algo sueña y sueña con conseguirlo aunque en su fuero interno sepa que es imposible, a mí me ha pasado, luego con el tiempo aprendes a pasar página lo antes posible. Muy bello poema, escribes muy bien, fluido y con mucho sentimiento. Un abrazo amiga Andrea. Paco.

joblam · 6 de Octubre de 2016

La esperanza vuela como una ilusión con un amor y sus deseos. Un placer pasar a leer y dejar mis cordiales saludos.

Apolo_ · 6 de Octubre de 2016

Andrea Mejia dijo: ↑

Aquel sabor a hiel y la rudeza de cada palabra,
tu fuerza confusa por el dolor y la intriga
que me sembraste en el alma.
Mis intentos por alejarme de ti y la pena que eso significaba,
tu indiferencia, mi desesperación, el valor y
una eterna esperanza.
La paradoja en tu sonrisa,
tus ojos llenos de lagrimas una y otra vez,
tu aroma inconfundible y tu extraña manía
de hacer las cosas al revés;
el deseo antes que la estrella,
el detalle antes que el "sorpresa"
y al contrario el desayuno y la cena.

Tu vida tal como te parece y el triunfo de
siempre tener razón, aquel deseo confuso de querer
cambiarte si se que nadie interfiere en tu elección.

Y yo, queriéndote como la primera vez,
extrañando ser dulce y complementarte,
amándote así tal y como eres,
pensando en tus ojos y en que no estoy
para limpiar tus lagrimas acariciando tus mejillas,
creyendo todavía que algún día volverás
y me dirás que tome tu mano esperando la estrella,
que mirándome a los ojos me digas otra vez que soy tu deseo
y puedas prometer como no lo hiciste jamas,
que aunque se levante tu adversidad, ya no te iras.
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Desaliento y dolor plasmado en cada línea pero al pasar el poema se siente y una esperanza pero al inicio perdida que se desvaneció, muy sentido tu escrito y con un buen desarrollo.
Un gusto leerte, saludes desde Colombia.

LUZYABSENTA · 7 de Octubre de 2016

Andrea Mejia dijo: ↑

Aquel sabor a hiel y la rudeza de cada palabra,
tu fuerza confusa por el dolor y la intriga
que me sembraste en el alma.
Mis intentos por alejarme de ti y la pena que eso significaba,
tu indiferencia, mi desesperación, el valor y
una eterna esperanza.
La paradoja en tu sonrisa,
tus ojos llenos de lagrimas una y otra vez,
tu aroma inconfundible y tu extraña manía
de hacer las cosas al revés;
el deseo antes que la estrella,
el detalle antes que el "sorpresa"
y al contrario el desayuno y la cena.

Tu vida tal como te parece y el triunfo de
siempre tener razón, aquel deseo confuso de querer
cambiarte si se que nadie interfiere en tu elección.

Y yo, queriéndote como la primera vez,
extrañando ser dulce y complementarte,
amándote así tal y como eres,
pensando en tus ojos y en que no estoy
para limpiar tus lagrimas acariciando tus mejillas,
creyendo todavía que algún día volverás
y me dirás que tome tu mano esperando la estrella,
que mirándome a los ojos me digas otra vez que soy tu deseo
y puedas prometer como no lo hiciste jamas,
que aunque se levante tu adversidad, ya no te iras.
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Esperanza para un amor que se desvanece aunque
el rastro de las sensaciones vivivdas sigue encantando
entre esa melancolia sutil.
una bellissima obra. luzyabsenta

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