Romance de Manuela y el mar

Las gaviotas en la playa
sobrevuelan a Manuela,
desde que amanece el día
ellas son sus compañeras.

Ya de niña le gustaba
ir con su padre de pesca,
los peces que iba cogiendo
al mar mandaba de vuelta;

un pez cofre, cual joyero,
le guardaba una diadema,
que hecha de lirios marinos
le regaló en primavera;

un pescador muy valiente
loquito de amor por ella,
bajó a las profundidades,
de allí le trajo una perla.

Llegó el día de su boda,
descalza iba por la arena,
de rizada y blanca espuma,
llevaba cola Manuela;

un collar de caracolas,
en sus rizos una estrella;
y Neptuno los casó
y cantaron las sirenas.

Los días que Juan salía
en su barquita de pesca,
sentadita entre gaviotas
solita quedaba ella.

Se cubrió el cielo de nubes,
de malditas nubes negras;
Neptuno de Juan celoso,
se lo entregó a la tormenta;

regresaron las gaviota
venían gritando de pena;
se le paró el corazón
de tanto aguardar su espera.

Las gaviotas en la playa
se posan sobre Manuela,
desde que amanece el día
ellas son sus compañeras.


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Extraordinario poema!!!
Lleno de musicalidad y ritmo,
es triste, pero tu lo adornaste con
hermosas imágenes, que realzan su belleza
Saludo.

 

Estimada Marlene2m: Gracias por tu generoso comentario amiga, un placer tu visita a mis letras.
Un abrazo.

 

¡Hola Mary C.! una alegría tu visita, Gracias.
He revisado lo que me dices y que agradezco (lo de los tiempos) y he cambiado algo el principio que podía prestarse a esa confusión de que me hablas. Pues ya en esos primeros versos era sobre escultura de Manuela que sobrevolaban las gaviotas, el resto es un recuerdo de la história de ella con su entorno marino, desde su niñez hasta su trágica muerte mientras espera y espera; ese juego de tiempos es intencionado para dar mas sorpresa al final...
Siempre me ha parecido que las esculturas tienen alma.
Un abrazo

 

Hola Lou C., gracias por tus palabras amiga; te animo a que lo hagas, se disfruta mucho creando una historia que se nos escapa con vida própia; aunque tengamos una musa que nos inspira, la historia luego toma solita su rumbo; hasta yo, he tomado cariño a Manuela.
Un afectuoso saludo

 

Hola Vida58: Anoche me dieron las tantas intentando publicar este romance, que no entraba; sus versos se declararon en rebeldía indenpendizándose unos de otros, al intentar publicarlos... uuuf ¡que lío! Pero aquí está al fin mi querida Manuela.
Gracias por todo tu interés, por tus hermosas palabras y por acercarte a mis versos.
Un gusto también tu visita.

 

Bueno apreciado poeta Epimeteo, ahí te dejo unas imágenes poéticas para tus pinceles; ya quisiera yo tener esa doble virtud. Gracias por tus siempre amables palabras y por tus generosas estrellas.
Saludos cordiales

 

Querida Mariluz: la complacencia es mutua; tus maravillosos poemas, muestran la sensibilidad y el trabajo de una excepcional poeta.
Un cordial y afectuoso saludo amiga.

 

Estimado amigo E. Fdez Castro; Esta preciosa escultura de una mujer con gaviota, que encontré para ilustrar mi romance a Manuela, está en Opatija; quizás en un pasado remoto, cuando solo era un pueblecito pesquero de suave clima y excepcional paisaje, podía ser el pueblo de Manuela; pero como todo lo bello, la convirtieron en ciudad con más glamour del Adriático..( Croacia). Un bellísimo lugar para visitar (si el bolsillo lo permitiera).
Gracias amigo por tus amable palabras y por tus estrellas

 

Eladio, que alegría me das siempre con tu apoyo. Gracias amigo. Tus romances me encantan y por ello me dije, historias tengo, pero ¿sabré hacerlo?. Tenía el recuerdo muy fuerte de unas vacaciones junto al mar; una anciana salía de su casa al amanecer y de inmediato, sin saber de donde, aparecía una bandada de gaviotas; se posaban en su cabeza, en sus hombros y algunas, comían de sus manos; yo no tenía la cámara, pero esa instantánea se me quedó gravada. Me dijeron que desde niña daba de comer a las gaviotas y que así siguió toda su vida; en aquél momento pensé: se merece una estatua que la perpetúe así, rodeada de gaviotas, junto al mar...lo demás, es producto de mi imaginación.
Un abrazo y gracias.

 

Gracias Tere: me hace muy feliz que te haya llegado este Romance, conozco tu trabajo sensible, valioso en continuo crecimiento y te felicito desde aquí por ello. Tu reputación tienen gran valor para mí, pues muestra tu generosidad.
Un abrazo poetisa.

 

¡¡Virtus, amigo, qué alegría!! gracias por regalarme tu tiempo, tus elaborados comentarios que muestran a un "Virtu"oso poeta, generoso compañero de portal, que por ambas cosas es admirado y querido.
De la história, te diré que tengo la, quizás equivocada, creencia de que los grandes amores brillan con tantan fuerza que, a veces, son la envidia de los mismísimos dioses y uno de los dos es robado por el destino. No has oído eso de "Somos tan felices que hasta tengo miedo..." Pero bueno, hay otros que jamás lo encuentran.
Un fuerte abrazo.

 

¡Ay Dios! ya me estaba preocupando Jmacgar, tus visitas y comentários a mis poemas y prosas, siempre han sido muy importantes para mí. Me alegro mucho de que te haya gustado; tú me has alentado siempre,desde el principio.
Gracias por seguir estando aquí amigo.
Un abrazo afectuoso.

 

Hoy revisando mis primeros trabajos, me encontré tu amable sonrisa sin respuesta, tarde para disculpas, pero bien es cierto que por aquél entonces desconocía esta forma de responder a los comentarios y muchos fueron los que escaparon sin repuesta.
Nunca es tarde para dar las gracias a una generosa sonrisa,que ademas se acercó a mi perfil a tratar de conocerme mejor, algo que no suele pasar con frecuencia... Era mi primer romance, se nota por su sencillez, me lo inspiro una anciana que desde niña tenía esa relación muy especial con las gaviotas y que conservaba como q tuve la suerte de presenciar en unas vacaciones; ellas salieron de todas partes al verla, la rodearon, comían de su mano, se posaban en ella, una imagen que aún conservo en mi mente, lástima que por entonces no tuviera mi cámara ...fue ella la que inspiró este romance.

libélula

 

Si, querida amiga, Neptuno es en ocasiones muy cruél, como todos los dioses, parece tener celos del amor verdadero.
Gracia por tu compañía.
Un abrazo muy,muy grande.
Isabel

 

Anabil, agradezco mucho tu presencia, tus generosas letras, tu huella, y esa empatía que muestras con el relato.
Gracias Anabíl.
Isabel