Creo que ya tuve este sueño

¿Quién vive mi vida ahora que me he ido?
¿Qué es él de mis hermanos?
¿Acaso parte del racimo?

¿Recibe de mi madre igual cariño?
¿Será también ella su fuente inagotable?

A tropiezos crece y sin saber
que lo observo desde siempre.
¿Sabrá que aunque lo piense
nunca estará sólo?

Me han dicho que mi sitio es margen,
que nada puedo advertirle.
Y yo que tanto por él haría.

¿Será lo que alguna vez fui?
¿Verá castillos en las nubes?
¿Escribirá un nombre en la arena?
¿Esperará del mismo modo
que por inocente lo lastimen?

¿Tendrá las huellas de mi padre?

A veces creo que es él
otras veces yo...mi hijo.

Me pregunto si una sola vez
llorará aquí junto conmigo.
​

 

Impresionante poema y el final es genial
cuando gustes estimado poeta te acompaño,
besos de fresa en la distancia,

 

Mis duetos tienen un récord nefasto.
Muchas gracias, Guadalupe.
Un beso.

 

Veo mucha ternura en este poema. Preguntas que nos responderá el futuro mientras estemos vivos, después será el camino que quien nos siga en la vida trace por sí mismo. Difícil que los sueños puedan dar respuestas. Un abrazo, Sergio.

 

Excelente poema, Vampire, me alegra disfrutar de esas emociones que producen las preguntas de nuestro andar y del interactuar, la familia le da fuerza al poema, la nostalgia, las expectativas al margen de los ojos ajenos, y nosotros con nuestros propias limitantes.

 

ternura inmensa y conexión profunda entre generaciones
"A veces creo que es él, otras veces yo... mi hijo."
Un afectuoso saludo