El cuarto y sus trebejos

Casi nada ocurre
cuando el tiempo barre lo que quiere
a lo sumo los cuadros endebles y trágicos
uno o dos quinqués añosos, fútiles
una vía azuzada de libros
con memoria de haber nacido.
¿En qué ideas resuenan estos trebejos?
¿En qué figura amorfa se vuelven?
Cada periodo lunas nuevas llegan
fabrican música vil
cierta cadencia inasible, quiero decir
multiplicada
habrá variadas notas recónditas
para los trebejos insomnes.

 

Suele ocurrir; “el tiempo barre” con los olvidados trebejos que duermen en las habitaciones; “quinqués añosos” o “cuadros endeblez y trágicos”, nunca duermen porque son trastos inanimados.

Gracias por el poema, un placer la lectura.

Abrazos.