Eterna huida

Suicidio, o un delirio insoportable,
demencia es lo que elegimos aún austeros,
aunque el delirio nos dispare, certeros,
el plomo no cura, la fe es inmutable,

atados a la creencia incomprobable,
a lo inerte de un rio envenenado por esmeros,
presente y somnolencia, dueños efímeros,
presencia y divergencia, sueños caseros,

cacería sangrienta, exclama lo divino,
derramando entre inconsciencias perdidas,
la codicia del porvenir, desde la culpa y su destino,

nuestra promesa incubada, almas destruidas,
como la muerte y la vida, altruismo advino,
aún sin sacralizar su creación, eterna huida.