Bajo cielos propios.

Camina solo,
extravagante en su silencio,
no sigue reglas,
no busca aprobación.
En su mente,
el mundo es solo un reflejo,
su fuerza es invisible,
su vida, su creación.
No necesita más,
ni amor ni poder,
su solitaria senda
es su único ser.
En su calma,
es dueño del universo,
extravagante, libre,
en su propio verso,
donde no hay ego
ni hay soberbia,
solo un círculo hermético
donde no cabe la protervia.

 

A la maldad, 0x0.
Para siempre, lo que no deja, dejarlo.
Y lo que no aporta también. Que ya hay bastante incongruencia en la vida.
Un abrazo, Alde.

 

Un ser solitario que es amor en su interior, vive en calma, aunque yo pienso que el amor universal está en todas partes y ello contribuye a la armonía,

no necesita de amor, creo que ya hay amor por los senderos de la vida, hasta una flor tiene la belleza intrínseca y en ella se respira amor,

detallado poema que descubre a un alma noble, me gustó tu poema, feliz día Extravagante, saludos

 

Gracias Mayca, por leerme y comentar.
Un abrazo cordial y enorme.

 

Otro para ti Extravagante igual de enorme

 

Llegar a un nivel o estado de autosuficiencia sentimental y emocional que nos permita "levitar" entre la realidad difícil y cabrona de la vida suena bien, aunque para alcanzar tal "karma" sea necesario cierto equilibrio y una buena "cimentación" mental previa, no sea que "levitemos" demasiado... Buenas letras, poeta. Un abrazo.