La tarde y yo

La tarde está llegando a mi vida,
por la ventana del fondo,
y en medio de la penumbra,
con el sol en retirada,
las sombras desconocidas,
de obras no terminadas,
marcan el fin del camino...

¿Cuál camino?
¿Y el árbol donde soñaba?
¿Y los amigos que tuve?
¿Y mis espadas doradas?

La vida se queda sin días,
y los días... sin palabras;
y palabras que no tengo,
del diccionario del alma,
me impiden decir que he vivido,
aferrado a la poesía,
en el mar de la nostalgia...

Por la ventana del fondo,
el futuro se me escapa...

Frank Calle (31/ enero/2025)

 

El epílogo resume todo.
Un abrazo, Frank.

 

Gracias Alde, sigo igual, en espera de que las condiciones permitan la cirugía. Y por ahora trabajando mucho más de lo que debiera. y sin transporte para el regreso. No lo podemos entender, incluyo a los cientos de profesores ya jubilados y ancianos, que estamos soportando estas circunstancias para que la universidad definitivamente no se pare. Hace poco un estudiante de años superiores, que fue alumno nuestro en alguna asignatura, y todavía hoy le impartimos clases en otras, y ha vivido en paralelo nuestras desventuras a cuenta hasta de la salud... y este estudiante me decía, que cuando pasen algunos años, y se miren en retrospectiva estos tiempos, a los profesores de nuestra generación, la universidad tendrá que dedicarles un monumento muy especial, grabando en una placa de bronce, el nombre de todos.

Agradecido por el comentario,
Frank
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Estimado Good, pues me alegra ese detalle. Realmente es así. Un abrazo,

Frank