Me mata el dolor

¡Qué dolor agudo
me apodera acelerado!
Me doblego a la tristeza
de vidrio navaja mortal
que destroza con inviernos tan amargos
el ingenuo arcoiris de primavera
perdido ya en un mar doloroso sin retorno
por el veneno de tu partida

¡Qué sabor amargo
el de tu despedida!
agonía indescriptible
aguijón maldito
que desagarra sin pena
como león a su presa
un amor de aire
en torres de ilusiones construido

Maldita espuela la de tu verbo
despiadado garfio con su filo indiferente
te puede más el deseo incauto
que los pétalos sentidos de un cariño
destruye
con brea insignia mi cordura
es un látigo tu adiós

 

Triste poema, pero un maravilloso trabajo. Un saludo

 

Una melancolía vuelta ira...que rompe con versos golpeadores...muy bien te felicito...saludos y bienvenida.

 

Gracias, este poema fue puro sentimiento, me quemaba ese adiós..

Besos.

 

"Maldita espuela la de tu verbo,
es un látigo tu adiós"

Felicidades, es excelente tu poema, saludos

 

desgraciadamente el hombre por su deceo carnal
la mayoria de las veces no sabe valorar
ese amor carmesi que una dama sabe entregar.....
desgraciadamente a ti te a tocado uno...
y vos solo supo entregar el corazon...

bella forma de desahogarse...
un gusto el leerte...

diablito