Oración nocturna por un corazón

Prisión de huesos y carne
libérame de los años
y déjame vivir en mi arte.

Permíteme ser la esencia
que se mueve: la Palabra.

Déjame clavar mis lanzas
sobre el pecho húmedo de la soledad.
(Tumba y trono de mis silencios).

¡Ay si fueras misericordiosa!
Verías que lloro y sufro
sin lágrima y sin dolor;
que existo y respiro
por la cobardía de no saber morir,
por la negligencia infinita
de no poder olvidar.

¡Ay si fueras omnipresente!
Verías que estoy en todas partes;
que busco y nado en la sangre,
en la agonía y en la angustia
de un corazón agotado y frío...​

 

Me saco mi galera negra ante tu presencia
y me regocijan tus palabras,
un abrazo enorme...

 

Hola!
Algo muy profundo pero de cierta manera hasta sientes que lo vives un gusto leerte, hasta pronto.

 

Me arrodillo ante tus líneas pulcras, me desmayo ante tu candidez sencillo, buen escrito.Espero seguir leendo de tu poesía.

 

Las letras, de una manera u otra, siempre las vivimos.
Un saludo y gracias por pasar.

 

Un abrazo enorme para tí yustonnils,
me saco mi galera negra y cuelgo mi capa
ante tus palabras.

Saludos

 

Un placer tenerte como siempre Emma,
a veces rogamos por cosas imposibles
o tal vez no tanto.
Te dejo un beso enorme para vos...
Gracias.