Fuiste mía.

Fuiste mía cuando flotabas en mi sangre.
Yo sentí la dulce mirada de tus tiernos ojos
cuando se posaban en la llaga de mi amor.
Me arropabas con la calidez que generan tus manos
con la fricción de la caricia entregada.

Sí, tú fuiste mía cuando leyendo mis poemas
dormida te quedabas, la ilusión de mi corazón.
El sobresalto del alma al saber que allí tú estabas,
flotando, penetrándolo todo en lo más puro de mí.

Fuiste mía desde el momento que se asomó
la sonrisa a tus labios para mostrar las perlas de tu boca;
cuando la presencia de mi amor se vislumbraba
en el eco de tu nombre de mujer...



22 de Abril 2008

 

Encantada de deleitarme en este portal literario
con emociones plasmadas en versos como estos que leo
y llegan al lector en luces, amor, pasion y entrega

Saludos​

 

Gracias siempre mi querida Rosmery. Besos.

 

Gracias peregrina por dejar tus huellas y bienvenida al portal. Saludos.

 

Hermano este sábado sabe a poemas y aquí estoy embebido en el aroma de estos versos como alimento del alma.

 

Entonces sigue alimentando el alma sin interrupcion! Gracias.

 

Todo un placer deleitarme con tan preciado poema. El amor sì que no tiene fronteras, un saludo cariñoso y gran estima por lo que escribe. Éxitos.
Atte: Nahec!!. =D

 

Gracias Nahec por tu visita, bienvenida al portal. Saludos.

 

¡Qué bella poesía Carlos! La he leído varias veces y resuena en mi cerebro el eco de tus versos, y el último... es fantástico.
Estrellas y besos

 

Hice mío cada letras, cada versos
Que fui leyendo, lo hice mío
Desde que lo vi. Me entregue a ellos disfrutándolos al máximo.

Un gusto poder leerte.
Besos

 

Gracias Cibeles, siempre un honor tenerte en mis letras. Besos.

 

Gracias preciosa, son tuyos. Besos.