Sed

Las tardes murieron
tristes en la acequia.
El tiempo acabó,
el poema calló.
Que calle el minuto
a su lado.

Se acurruca el mar
junto a su oído.

Susurra.
Susurra,
susurra el aire
y su voz dormida.

Que no se aplaque la sed,
el hambre de las ganas
dormidas.

Susurrante
es el mar junto a mi oído,

Que no se aplaque la sed
nunca,
nunca.


*Para J.A.M., con todo el cariño...El bourbon tuvo la culpa de esto y tu. En tu cartera estará a buen recaudo, aunque no lo entiendas*

 

me ha gustado mucho tu poema, es muy bello....

 

Lindo poema para leer a las orillas de la mar e intentar oir tales susurros.

carlos

 

poesia en estado puro isa...un placerazo...siempre hermana...besos gordos.

 

Francisco, como siempre, muchas gracias.

carlos lopez, si, ojalá estuviera aqui el mar pero...Muchas gracias por pasarte por aqui

jauma, tan puro tan puro que estaba lleno de bourbon y despues no podía leerlo. Supongo que sí, que en los arrebatos salen cosas asi, puras. Que gusto tenerte por aqui hermanito, como siempre

Gracias abstrusa por dejarme tu poema, la verdad es que es mucho mas grande que el mio. Me ha encantado el detalle.

un besote enorme a todos
isa