Hay una tristeza profunda

Hay una tristeza profunda que se parece
a la escasez y no viene de ninguna biología.
No es un grito insuficiente de la carne.
No es la tristeza de la necesidad insatisfecha,
no es que falta un lecho, un poco de miel
o de erotismo. No es que se carezca
del básico alimento y el salario.
No es que falta un amor o se está solo.

Hay una tristeza que se parece a la nostalgia
y no es que se esté, con el lamento intenso,
pidiendo ser amado, o saberse dolido
por las gentes anheladas, en ausencia
de familia, o de un amigo, o falta
de los ensueños laicos que divierten
al ego y la memoria, a la costumbre,
al aquí-soy del cuerpo. O del Estar.

Se dejaría de llorar si tuviera zapatos,
el bocado caliente cada día, el vestido
que nos libra del frío. No. Dejaría cualquiera
de sufrir con buen salario, con la mujer
que lo quiere, con vecindarios buenos.

Tenemos una tristeza de caldero
que fácilmente se consuela.
Una pena de hoy y una pena provisoria
de mañana… pero, aún así, hay una tristeza
con alma de Vishnú, con ansiedad
de Brahma, una que no tiene
relojes, que no se amarra al mundo.
Que a menudo se calma con la muerte.

Hay una tristeza más allá de la necesidad inmediata.
Hay un desgarramiento, que parece social y post-histórico;
pero no lo explican los consabidos artefactos
de la cultura de quien vive apresurado, ansioso,
hipertenso, a pesar de que busca su pan y su lucro.

Anónima tristeza casi siempre, rehuyente es.
Una pena de Agni-Soma, tristeza de laurel.
Es la que no se venga a sí misma con la ira y el delito,
ni se hace justicia con hipócritas perdones,
ni con leyes inventa más cadenas para la libertad.

Hay una tristeza que es dulce y a la vez doliente,
la tristeza más sincera, al parecer enmudecida
y escasa, tristeza profunda de origen,
tristeza agónica de fe, de alma que no cabe
en el cuerpo y gime, y busca liras de Apolo
en el tesalio Valle del Tempé, velo y lira
de Orfeo, velo, lira y laurel
en una red de almas hiperbóreas
en el más allá, una tristeza que aún no ha rasgado
el fuego y la luz material de Mithras y Ormuz.

Es la tristeza que sólo en lo profundo
adquiere identidad, tristeza del universo vivo,
natura naturata, y de aquello Invisible
que está en él, como un aliento divino,
renovador, identitario, palabra espermática
del Ser, agni-soma, esencial de la raíz:
la verdadera humanidad.

12-5-2000

De «Teth mi serpiente»

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«Agni»= el Fuego Sagrado, el Cielo, el Eterno Masculino, representado como Dios Solar. Símbolo del Intelecto Creador, entre los Vedas.

«Soma»: Alma del Mundo. La Sustancia Etérea. El Eterno Femenino. Diosa lunar, principio femenino absoluto y universal.

«Brahma»: símbolo del Espíritu; «Siva», símbolo del cuerpo y «Vishnú», símbolo del alma.

«Laurel»: hoja y árbol, reverenciado y smbolo de la iniciación órfica en los cultos de Apolo y dionisos. En el Valle del Tempé, en Tesalia, había templos para celebrar cultos y transmitir enseñanzas.

 

En ese estado de consciencia que aquí manifiestas el simple hecho tuyo de observar ya es poesía. Así le percibo, con el verbo viéndose a sí mismo, mientras se busca donde mejor puede hacerlo, en sus raíces... Mis respetos y congratulaciones

 

Hay una tristeza torbellino de corrientes entre lo efímero y lo infinito, una tristeza que susurra el viento, que se encarama a nuestro momento. Unos versos increibles amigo Carlos, ha sido un placer deleitarme con ellos, hasta pronto...

Mis estrellas y un abrazo.

 

La tristeza, es algo muy grande de pasar , pero tambien ganas de continuar, saliendo adelante, gustazo leerte, saludos amigo

 

Gracias, Panyu, por compartir
y leer,
carlos

 

Saludos, Duende.
Grata tu visita.
carlos

 

Saludos, Adelfos. Agradecido de tu comentario y presencia en mis letras,
carlos

 

Carlos excelente tu poema! El enguaje que utilizas, la prolijidad en la puntuación, los recursos utilizados son perfectos.
Pero no es eso lo mas rescatable de tus versos, sino ese mensaje que surje de tu percepcion, de ese poder de encontrar una tristesa universal, cronica, que nace con uno y todos, yno tiene cura hasta que la señora muerte decida que hacer con nosotros.
Un placer, como seimpre, pasar por tus letras, saludos amigo.

 

Gracias, JDM, por tu lectura.
Grato verte por mis letras.
un abrazo,
carlos

 

Excelente y profundo poema, amigo Carlos, se pueden ver tus raices profundas en la cultura;
un abrazo,
edelabarra

 

Saludos, EDE, gracias por leer
y tu mensaje,
carlos

 

bella forma de mirar la tristeza ,mis felicitaciones ,son exelentes lineas para reflexionar ,saludos y cariños.

 

Agradecido, Greta, saludo
tu paso por mis letras.
carlos

 

Belleza de poema, muy bien trabajado, admiro tus versos.

Un beso.

 

Muy agradecido, Roxy,
de tu lectura.
carlos

 

Bueno hace un rato estoy leyendo tu poema.
Se de lo que hablas..lo he sentido, muchas veces. No se trata de la tristeza común...por decirlo de alguna manera.
No te falta nada pero ella se instala en tus entrañas, tus pupilas, tu alma y te hace regresar a caminos irrepetibles con la ausencia que ello provoca..
A veces creo que se concentra en uno la tristeza que se ha adherido a la tierra ,los dolores de todas las generaciones que han existido y se cala en los que somos muy sensibles. no sabes por qué, pero estás triste con el sol, la luna, las estrellas, llorando con uno.
Me gusta leer tus poemas porque me hacen reflexionar.
besos y estrellas
beatriz

 

Gracias, Beatriz, por leer y compartir.
Un abrazo,
Carlos

 

Gracias, Vivianne.
Un abrazo,
carlos