mira tus manos

Mire dentro de mis manos abiertas
Al unisonó de la caída risueña de cometas
Como si el mundo fuera el hueso olvidado
En ese frio escaparate de tienda popular
Donde todo es lejano pero común
Aguardamos por esa risa secreta
Por Las manos abiertas al amor
Mira esa bella constelación de publicidad
Ruega por los ríos no cruzados
Que te saludan en esos errores
Cuando deseas tener control metálico
Y ojos lejanos
Nacemos nunca nuevos?
Como una planta de ideas
Renovando su disco duro
O miras dentro de manos hechas de raíz
De vida cósmica
Tan absoluta como tus sentidos.

 

Esta frase es clave, «las manos hechas de raíz, de vida cósmica» y las contrapondría a la noción de la «constelación de publicidad», «disco duro» y «fríos escaparates». Hay algo en la noción de manos, que me hace... pensar en ese instrumento natural del que nace todo lo que es auténtico, productivo y receptivo. Las manos, si bien se abren para recibir, presuponen un crear y un sentir inmediato, un tacto y un abrirse al amor, a los sentidos originarios. A los otros sentidos. A todo lo tangible.

Las manos abiertas no hablan de lo remoto, de lo históricamente lejano; no hablan del olvido artificioso, por el endiosamiento de lo metálico ni lo desconocido en la prehistoria de los tiempos... algo hay en las manos que es inmediatez, «óntico-ontológica» en el sentido heideggeriano de «a la mano» y un hoy vital y valorable.

En las manos siempre quedan huellas de lo que fuimos o somos; residuos de lo que tuvimos; nostalgia de lo que perdemos. Las manos hablan de muchos modos.

carlos

 

Me resulta muy interesante lo que escribes y tu estilo. Se trata de un "collage" de versos que por separado dicen algo, unos al lado de otros parecen inconexos pero vistos todos en conjunto adquieren un sentido completo. Es como uno de esos "collages" fotográficos que a su vez están hechos de pequeños retratos, cada uno de los cuales es un píxel y que por cantidad de cada uno de los colores, visto de lejos compone un retrato.