El momento grave

La vida se desliza por los valles
en que el nombre se pierde.
Los soles de esos valles
son las antiguas crepitaciones
Del hombre.
Crepitaciones ambiguas
que te hacen extraviar,
Perdidas en patios lúdicos,
y que en afán escondido
hacen perder las promesas.
Se deslizan los torrentes de agua muerta,
la sequedad de la hora
se vislumbra en la punta de tu traje,
en el doblar de un zapato.
Las fruiciones que nos deleitaron,
hoy son sólo la memoria
de una mañana prometedora,
que muriendo en su espera
queditos aguaitamos.
se esconden las sustancias,
los demonios del hombre,
su fe en la montaña.
Sólo los sabores sin color
envueltos en tafetán nos quedan;
la caída del hombre esta ahí,
y quizás su sonrisa;
caídas que sólo percibimos
en efímeras certezas,
en las pequeñas quietudes
de mansos días,
pero que nada mas son
la anticipación de la muerte
del momento grave.

 

Gracias elisalle,mi poema es sólo la sensación a veces vana de la humanidad.

 

Se respira un aire enrarecido en este poema.
Es un aire andino que se cuela entre las palabras.

Saludos
Luis

 

Esos dolorosos momentos que inevitablemente tenemos que pasar, que nos saben a agonía, son los que luego se convierten en enseñanzas. Ese momento grave y crucial de nuestra existencia, en cierta forma también nos conduce a la vida.
profundos y hermosso tus versos amigo.
Un beso.
Ana.:::hug:::

 

Algo debe de haber en ello poeta del asfalto la influencia andina en mi país es fuerte desde Vallejo y los indigenistas de los cuales fui lector asiduo.saludos.

 

Siempre hay un momento grave, y los "pequeños problemas"quizas sean solo el prologo de su aparición .Un beso para ti amiga