Las estrellas.

Las estrellas.

Un día la mar vio una estrella danzar
con un velo de bella princesa,
con su voz le arrulló y solo comprendió
que el amor cubriría su inmensidad.

“No, no puedes soñar” el sol se burló
y el mar permitió que su amor se guardara.
“no, tu eres azul y ella una luz”.
Pero él no pudo evitar amar.

Y una noche el mar concentró a su amor
en una figura capaz de amar;
no era de luz, tampoco era azul;
era una estrella de mar.

“no, no lo lograrás” el sol se burló,
y el mar con la furia escondió su amor;
“no, estrella de mar; el cielo nunca alcanzaras”.
Pero él jamás la dejó de amar.

La estrella princesa danzaba feliz
son su velo y su luz sin saber de amor.
Impía la luna al mar prometió una oportunidad:
“mi esclavo serás y con ella te permitiré danzar”

Y el mar a la luna se doblegó,
y el amor entre las estrellas surgió real.
Pero nunca pensó en todo el dolor
que el amanecer traería con el adiós.

“No, no la verás; no será en mi presencia.
Estrella de mar, el cielo nunca alcanzaras”.
Pero la estrella de luz su dulce amor no guardó
y a la siguiente noche del cielo cayó al mar.

Y ni la burla del sol, ni la esclavitud lunar
podrían su amor separar jamás.
“No brillarás estrella de luz, te sacrificaste por mi”
“No danzaré nunca mi amor, pero soy feliz junto a ti”

“Eras de luz y mi amor era azul,
eras eterna y yo un simple mortal”
“Un sacrificio que no apagará todo el amor
que existe entre dos desde siempre
y que será entre mortales
lo único en verdad inmortal”. ​

 

Me has hecho recordar las disputas y pasiones de los dioses del Olimpo con sus celos y envidias...más o menos reflejo de nuestro existir. Al final, por dicha, triunfa el amor. Un saludo