La Historia De Dos Estrellas

Dos hermosas estrellas
asemejaban diamantes prendidos
en el cielo de la noche.

Las dos irradiaban un brillo especial
aunque con diferentes matices;
mientras una emitía destellos dorados,
la otra lo hacia con rayos de plata.
Ambas se halagaban mutuamente
por tan singulares atributos.

Se les conocían como
ESTRELLA DOBLE
pues estaban muy cerca
la una de la otra,
como si tuvieran
un mismo destino
o un mismo propósito.

Pasó el tiempo,
y la rivalidad empezó apartarlas.

Ya no se elogiaban
como lo hacían antes,
pues cada una quería ser mejor
y más brillante que la otra.

Llegó el momento
en que desearon su separación,
pero no era fácil hacerlo
ya que se encontraban juntas
por un designio mayor.

-Quizás nuestro creador
cometió falla en su obra
al colocarnos en una misma posición.-

Dijo una de las estrellas
con presunción.

-Eres atrevida imprudente
al hablar así.-

Replicó la otra,
agregando.

-Sin embargo,
yo también pienso igual
la separación sería lo mejor,
el universo es grande
y nadie notaría nuestra ruptura.-

Al principio no podían dormir,
porque les remordía la conciencia,
aún así, poco tiempo después,
se volvieron insensible.

Luego,
entre ellas,
confrontaron un gran conflicto,
esto las separó definitivamente
poniendo gran distancia de por medio.

-Nunca vuelvas
a pronunciar mi nombre,
Olvidame!!.-

Fué la despedida final,
y en su abcecado arrebato
decidieron buscar
nuevos horizontes en sus vidas.

Cuando sintieron
lo terrible de la soledad
en el inmenso vacío del cosmos,
cada una refleccionó
en lo que habían hecho,
y fueron comprendiendo
que todo el universo tiene un plan
y un propósito.

Comensaron a sentir envidia
al ver las demás estrellas
que estaban indisolublemente unidas
por una fuerza magnética
llamada AMOR.

Cuando quisieron reparar su error
ya era demasiado tarde,
pues ya no encontraron
la ruta de la reconciliación,
y se perdieron en el espacio
como solitarias viajeras,
como peregrinas cometas.

Estas dos estrellas
sucesivamente
se fueron apagando,
ya que separadas
no podían sobrevivir.

La última en morir
expresó su pena así:

-Mi dolor es aún mayor
al saber el daño que causamos
a la fraternidad de nuestros hijos.-

De estas dos estrellas,
jamás se volvió a saber de ellas.


Escribe: José Luis Garay

 

Hola José Luis:
Ha sido un gusto para mi
el leerte y acompañarte en esta história.
un abrazo
Carmen Manrique