A Panero

Introducción


Durante un año habité un piso situado en una de tantas plazas

de la ciudad de Las Palmas.

Nada nuevo, salvo el hecho

de que en uno de sus bancos

se cobijaba

la alargada sombra de un nombre.

Un hombre

inigualable por su talento,

aunque la primera palabra

que me vino a la mente

cuando lo ví por primera vez

fue .....esperpento. Y sin quererlo

me convertí en vecino y testigo

de su días,

y con el tiempo descubrí

quien era y su obra.

Meses después

en una tarde de verano

comencé a escribir

todo lo que aquel hombre,

vecino de banco y sueños,

me transmitía......






El verso exiliado




Impulsado por el aliento

de las calles de la ciudad prohibida

camina entre los decapitados

el verso desterrado.

Con la mirada pérdida

en el lado activo

del gran vacio,

abducido por la lucidez

del perdedor consciente.



Libre de las cadenas

que si arrastran sus fantasmas,

apura su último cigarro

mientras contempla iluminado

el resplandor de la guadaña.

Aguardando el golpe definitivo

que lo libere

de este paraiso de espejismos

en el que nada es lo que parece,

en el que nada es.





Poema realizado por: Miguel Otero Piazuelo

 

Grande el poema ,brindemos por el destierro de los grandes, por cada poema
escritos por sus manos asesinas.
Un placer.
Abrazos

 

buenisimo poema y una gran suerte que hayas podido compartir "vomitos y excrementos" con el gran leopoldo...un abrazo

 

Muchas gracias por vuestros comentarios. La verdad es que fue toda una experiencia porque intenté que el poema le llegara clandestinamente. Pero no pudo ser. Hasta pronto compañeros!!