La luz ámbar.

Esa que que me indica
tu regreso o apenas
tu partida en crueles
sábados, la luz que vaticina
tus pasos en la noche, que
me indica que le siga restando
horas al reloj.

El tiempo se escurre y la
luz transparente se hace
amarillenta, opaca, castaña
hasta tocar el ámbar del
beso de tu llegada.

Ese jardín por ahora seco
brillará en todas las primaveras
como nuestros ojos al volver
a reflejarnos, el frío se hace
evidente, pero siempre te espero
en ésta y en la casa que fuere.

Luz de ámbar tan melancólica
y tan hermosa, que maravilla
las pupilas y recuerdos me trae
mientras veo como poco a poco
la tarde cae y se apaga.

Se enciende la noche...Y los
focos del callejón pintoresco
se prenden, a veces llegas cuando
las diez de la noche bailan en la
lengua, sin luces cafés, con noches
furtivas en este corazón lleno
de manchas y cicatrices.

Esa luz es tuya, guárdala
quiérela, por que también
me estás guardando y queriendo
a mi, te la regalo, llena de besos
con imágenes de antaño, llena
de más luces dentro, ámala
para que cuando llegues me
la devuelvas y yo la vuelva
a colgar en el cielo para ti
sólo para ti.

 

Hermoso canto a la luz y al amor, es el mejor regalo que una mujer le puede hacer a un hombre (y viceversa), la luz que lleva dentro. Te felicito Alejandra, has hecho algo sublime...Abrazos amiga :::hug:::

 

Gracias chicos, en éstos momentos que paso, me alegra saber que mi trabajo les gusta...

Saludos.

 

Un regalo cargado de mucho sentimiento... Muy dulces tus letras. Te felicito.

 

Hola Salvador, gracias por pasar...

Saludos.