Un mundo en el espejo

Pase caminando a través de el espejo
y así encontrarme contigo en el submundo
preparado de un alucinador viajero,
enamorado por tu llamado.

Era tan lenta tu voz
que pensé que no querías hablarme
pues siempre en el orden de las cosas
difería tu sensación a la vida fuera
del espejo.

Entre otras cosas,
tus manos nubladas
siempre estaban tan frías.
Pero
¡Qué podía esperar!
¡Eres un reflejo!
Un reflejo vivo de la muerta
que peinaba sus cabellos en este mismo espejo
así como lo hace ahora tu sombra.

Eran tus labios empañados con mi aliento
cuando después llenabas mi alegría de estar contigo aquí
en éste
que se yo no definido
de mis pasos por el espejo
que también se tragó mi alma.



​

 

El alma que se peina en el espejo es el eco de nuestra sombra, esa ausencia de la presencia inminente siempre en la punta de la lengua. Saludos Elik.