Luciernagas de fuego

Luciérnagas de fuego.

El último suspiro de una noche en agonía
vió reencarnarse cómo un faraón a un sol nuevo.
caldera que se nos derramó encima de la piel.
Capa de fuego que nos llegó hasta los huesos
y cubrió con su luz los cuerpos.

Y nos fuimos acercando uno al otro
líquidos.
Desnudos metales derretidos
cuando la noche quiso separarnos
con una veta lúgubre de negrura
muralla oscura e impenetrable.

Agujero negro en el que naufragarían
nuestras almas sin saber si día o noche.

Nos salvó la luz de ese sol
que escondida llevamos
apretada entre las manos.

Nos salvó de la noche el calor
que guardamos bajo la piel
y la fogata de rosas que
encendió dos corazones.
¡Inapagable!
Manantial de besos
serpentina de estrellas enamoradas
tu y yo
luciérnagas de fuego
habitando el infinito
sin temerle a nada.

L.O.D.M.
Agosto 2006
cohelett.

 

Cohelet...., exquisitas figuras fuiste mostrando en tus versos "Desnudos metales derretidos"...., mmmmmm..., que sensual forma de unir dos cuerpos, magnífico poema...., todas las estrellitas para ti..., un abrazo desde mi ciudad..

 

El último suspiro de una noche en agonía
vió reencarnarse cómo un faraón a un sol nuevo.
caldera que se nos derramó encima de la piel.
Capa de fuego que nos llegó hasta los huesos
y cubrió con su luz los cuerpos. ​

Cohelet, lo haces tan bonito que parece hasta fácil.

Un beso

 

que buenas formas nos has expresado con este poema, amigo de maravilla te han quedado estas estrofas...

 

Ay, creo que me hacía falta leerte.
Me ha encantado...nada más, nada menos.
Encantada de leerte.
Saludos, cuídate mucho.

 

Estimado compañero Cohellet:

Es un honor poder recorrer estos versos en donde la pasión se funde en letras sublimes, iluminadas por infinitas luces de amor.
Son versos muy bellos los que nos regalas.

Un cariño Gran poeta.

Mariela

 

Gracias Raul
has sido muy amable en tu comentario para este poema.
un abrazo agradecido amigo.

 

Me gustó completamente, pero dado el bellísimo impacto que me causaron los últimos versos, permitíme que los realce de este modo:

Nos salvó de la noche el calor
que guardamos bajo la piel
y la fogata de rosas que
encendió dos corazones.
¡Inapagable!
Manantial de besos
serpentina de estrellas enamoradas
tu y yo
luciérnagas de fuego
habitando el infinito
sin temerle a nada.

L.O.D.M.
Agosto 2006
cohelett.

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Un gran abrazoooooooooooo.

 

A final de cuentas sólo el amor nos salva.. el verdadero..
Hermoso poema..
un besito

alexa