Soledades marginales

A veces,
la soledad es efímera
pero a su vez tangible
tanto como esa brisa
que no podemos ver
pero acaricia…

Otras en cambio,
es ausencia, –ahí-
en el lado opuesto
de la almohada,
aunque habitada,
gélidamente usurpe…

Será entonces ésta,
concurrencia desesperada
demostrándote presencia
a pesar de mi silencio

porque sin darte cuenta
sigo a la vera tus pasos
[COLOR=darkgreen]-aún en nublados días-[/COLOR]
[SIZE=3][COLOR=darkgreen]en donde no ves mi sombra…[/COLOR][/SIZE]

 

Bella poesía Gabriel, y que cierto lo de la soledad, siempre presente como una brisa. Generalmente rehuimos a ella temiéndole ¿qué nos puede hacer? Más bien huimos de nosotros mismos, es bueno encontrarse con uno mismo, desde ese día la soledad será grata compañía, un abrazo de alguien que suele deambular entre soledades propias y ajenas.

 

Gracias Pablo por atreverte... mis saludos