El picor.

Nos rascamos la espalda
y el picor escapa al cielo.
Como esos globos que escapan al paraíso de los globos de colores
más allá de las nubes de algodón.

Pero
Mira,
el picor está escondido en los angelitos traviesos que tiran semillitas de algodón.

No cierres los ojos, no los cierres nunca
mira el cielo
y lo tendrás siempre en tus ojos.
Escondido como un secreto.

Y si ves un angelito travieso
Vigila que entre sus alitas no esconda
semillitas de algodón
que luego pica la espalda.

 

¡Ay malandrín! Mira, ya me esta picando el cuerpo.
Pero rasco con gusto..., libero mi fantasía.
Excelente poema, mi aplauso.

 

Precioso y tierno
un beso
Rosario

 

Te imagino niño Cefa y no me equivoco; lo eres y con un inmenso corazón (aunque te lo niegues).

Un abrazo fuerte

 

Sarna con gusto no pica, creo que dicen en mi tierra
bueno tu vigila los angelitos esos, aveces me pregutno a mi mismo como se me ocurren escribir cosas asi.
Bueno, pero si a ti te parece escelente, pues no sé, me lo creo y ya me vale

un muerdazo
cr

 

Tu sí que eres preciosa y tierna.
Un muerdazo
cr

 

jajajaja, un poc niño, un poco de corazon y mucho de otras cosas.
Un muerdazo
cr

 

Nooooooooo, las semillitas de algodón solo producen picor a no ser que te caigan en los...cordones...de los zapatos que pueden desanudartelos y producirte una caída, entonces esos angelitos traviesos si que se rien.
Jo.... parece que se me haya metido dentro un espíritu y sea otro el que esta hablando.
Un muerdazo amigo
cr