Con la muerte en las manos

​

Mi vida en las manos...

No lo esperaba así.

Han pasado tantos años...

No sabía que esto sería el fin.



Aunque conocía como hacerlas

también sabía como detenerlas.

Y sin embargo, ahora está en mi mano

una que no puede, ni conoce el alto.



Maldigo la hora en que la encontramos.

Sabía que el destino estaba marcado:

soñaba que eso fuera pasado

y sin embargo, así es como acabamos.



Para eso nos entrenamos.

¡Que no se tome como cobardía!

Solo es que empecé este día

sin abrazos, sin besar sus manos.



Sea por Dios. Hoy acabamos.

¿Listos? Tu la sostienes, yo la abro.

​

 

Versos muy bien elaborados, amigo, dificil no?, sostener y abrir sabiendo que termina...
Que bueno que los posteaste.
Un abrazo.

 

duras y tristes letras amigo
un placer leerte
un abrazo con mis alas abiertas
​

 

Iadra

Gracias por leerlo y comentarlo.

Siempre es un honor.

 

Gracias Angel Negro por pasearte entre estas líneas.

Saludos.

 

Triste fin... Dura determinación...
besos

 

Al leer el final dije: Ay no! Impactante César.
Un besote amigo

 

Muy fuerte, y maravillosamente versado. Es cierto, nos preparamos desde el nacer, para ése entonces. ¿pero, será suficiente toda una vida, para ése adiós?, durísimo, te dejo estrellas, y te abrazo desde mi corazón.

 

En las jornadas de todo ser humano hay saltos de fe...

Un abrazote.

 

Un golpe a la razon... Un gusto leerte

 

Gracias Marcela.

Se seca la boca ante situaciones semejantes.

Un abrazo.

 

Hola
Deja de maldecir-cir-cir-cir.cir.cir
¿por qué todo termina así?
lo bueno es poder disfrutar en vida.
Un poema con mucha garra e intensidad.
Grato leerte
Saludos y estrellas
¡SONRIE

 

Nunca es suficiente una vida entera para el momento del desprendimiento.

Gracia Glaviana por pasearte entre estas líneas.

Un abrazo.