Vampírica

Amo tu martirio
sombra sedienta,
el olor de mi sangre,
desencadena la diabólica lujuria.

Fluyen a tu cuerpo
dos néctares de vida,
mientras la luna escribe
(en su libro de sombras)
los secretos pecados.

 

Amé por instantes milenarios ésta vampírica creación, hay que bailar al ritmo de vistazo hacía la vida y muerte. Renacer, sangrar, volver a ser tango en la noche larga.

Así es, por contextos como éste, el alma se deja violar, el corazón descifrar y los sentidos abrirse como puertas en el infierno.

¡Salud!

 

Me ha gustado tu poema, en algunos momentos he leído y visto películas de vampiros. Saludos

 

Buenos versos. Me gustaron.
[FONT=&quot]Abrazos
Chepeleón[FONT=&quot]

 

Secretos entre las sombras, buen poema mmi amigo!

 

Desde el título, ya como que se le van despertando a uno esos instintos y al terminar de leerlo dan ganas de morder a alguien...que no será precisamente al autor del mal, porque las pantallas de computadoras son demasiado duras. Un abrazo amigo.

 

Muy bueno Melquiades. Excelente la temática abordada desde estos campos tan viciosos.

Un saludo.