Memorias de mis soledades (I)

Hoy han venido a llevarse seis de nuestros caballos. Alonso diría que fue una gran venta, después de todo, somos el mejor criadero de corceles al norte de California. El primer caballo que pisó nuestras tierras fue Onix, mi padre le llamó así por ser negro azabache. Hermoso, en las palabras del diario de mi padre, tanto que cuando lo vio en aquella exposición no pudo descansar hasta tenerle. Mi padre tenía una yegua blanca, Luna, la había importado de España. En ese entonces el sueño de tener su propio criadero apenas tomaba forma en su joven cabeza. Onix aún no le pertenecía y ya tenía nombre, mi padre era un obstinado a morir. Los dueños del caballo eran una distinguida familia que mi padre ya incluso conocía, sólo que hasta ese punto de su vida jamás habían captado su atención. Mi padre amó tanto a Onix por el simple hecho de ser el anzuelo que le llevó a conocer a mi madre. En aquel momento no lo supo, ni siquiera lo sospechó, el pensó que aquella conmoción adquirida el día de la exposición se debía al mero deseo de tener un buen semental para su criadero, pero su capricho se le derrumbó cuando mi abuelo le dijo que no estaba en venta. Así se quedó un rato contemplando al caballo ondearse en su estancia, casi llamándole y hablándole en secreto, hasta que alguien se le acercó.
-Me dijeron que tenía un fuerte interés por mi caballo.
--Ahh, así que usted es la dueña… este.... fue todo lo que pudo decir mi padre. Después duró un tiempo de esa manera, desconcertado y perdido mirando a mi madre y ella comenzó a reírse del espectáculo. Bueno es una larga historia y ya saben lo que sucedió después, se casaron y al final de todo mi padre se quedó con la novia y con el caballo. Mi padre tenía registrado en su diario todos los nombres de los caballos y los de sus críos, todas sus generaciones y líneas de sangre, como lo hago yo ahora, para no olvidarme y porque sé que él era muy feliz haciéndolo. Mi madre también amaba en demasía a los caballos, era tan dulce, se amaban tanto. Sé que era muy bella, aún cuando no tengo ninguna foto de ella ni de mi padre, puedo sentirlo. Sólo tengo estas palabras que robé del diario de mi padre y eso es todo. Mi abuelo murió un año después de que mis padres se casaran, y a los seis meses falleció mi abuela, tal vez de tristeza. Mi padre supo consolar dulcemente a mi madre.
Mi padre, por su parte no tenía ninguna familia cercana, si tenía hermanos, dejados por algún lugar de la América central, sólo había hecho fortuna en las carreras de caballos. Mi madre tenía un solo hermano, mi tío Ernesto.
Después de tres años un día mi madre se sintió embarazada y ocho meses después ajetreada y prematura llegué al mundo. Dos meses después murieron mis padres. Sé que muchas personas no querían a mi padre, tal vez por su buena suerte, pero siempre fue un buen hombre. Las últimas líneas que escribió en su diario denotaban cierta preocupación, siempre las leo tratando de descubrir algo, intentando que no se me rompa el corazón, imaginando que en este pedazo de papel mis padres aún están vivos y aún puedo compartir un momento con ellos.
Mi padre no tenía deudas, ni enemigos, creo, era una persona agradable con todos, lo se aunque nunca haya percibido su voz, se que me quisieron mucho. No entiendo, me parece inadmisible lo que sucedió, jamás en la vida lo comprenderé y jamás perdonaré a quien le arrancó la vida a mis padres.
Aunque pasé 20 años de mi vida sin saberlo, mi tío Ernesto, que fue quien se encargó de mi todos estos años, finalmente me contó la forma en que murieron mis padres. Fue un sábado en que los trabajadores de la casa tenían día libre, mis padres se quedaron solos. Digo que se, lo poco que se sabe de su muerte. Mi padre fue encontrado en su estancia, entre papeles ensangrentados. Con su cara amoratada de tantos golpes, con una herida mortal en su estómago. Mi madre fue encontrada en el campo, muy lejos del establo incluso con un balazo en la sien. Fueron los De La Vega, los vecinos de las tierras de mi padre, quienes guiados por el llanto de un niño descubrieron los cuerpos, y a mi. Los muebles estaban intactos, los caballos, las joyas, las cosas valiosas todo seguía en su lugar, excepto las más importantes e irremplazables. Desde entonces mi tío Ernesto vivió conmigo, hasta hace dos años cuando murió el pobre de una embolia, pero no sufrió, ahora descansa en paz. Alonso, el capataz, se encarga de todas las finanzas de la finca, yo confío plenamente en él, es como mi hermano o un tercer papá. Además a mi nunca me ha importado el dinero. Le ayudo por las mañanas a alimentar a los corceles y de vez en cuando a entrenarles, pero todos son muy nobles con nosotros, ninguno es salvaje. De todos los descendientes de Onix y de Luna, hubieron yeguas negras y yeguas blancas, también caballos negros, pero por esas razones encrucijadas de los genes nunca nació un potro blanco, claro, esto hasta hace 1 año, en que nació Cedric. Cabe mencionar que toda mi vida sentí cierto mimetismo hacia los caballos por el hecho de que albergaba la duda en mi cabeza de que alguna mala apuesta o cosas de esas hubiera sido la causa de la muerte de mis padres. Eso hasta que conocí a Cedric, crío de dos corceles negros, y el potro nació blanco como un hilo de luna. Desde pequeño fue muy ensimismado igual que yo, e incluso solitario y despistado, tanto como yo que les he presentado a Cedric incluso antes de autopresentarme. Mi nombre es Helena. Mi madre y mi padre fueron Fernando y Sofía Rivas.
Desde que murió el tío Ernesto la paso realmente sola, tampoco me impacta demasiado esta condición, ser huérfana toda la vida me ha dejado siempre una predisposición a la soledad. A veces salgo a pasear con Cedric, más que mi medio de transporte es mi compañero de camino, él lo sabe muy bien. Otras tantas viene a visitarme Esteban. Sus padres y los míos eran grandes amigos y nosotros también lo somos. De hecho, después de Alonso y la gente que trabaja en la casa, se puede decir que es la única persona del mundo civilizado con la que mantengo contacto. Él es dos años mayor que yo, tiene 24. Es un joven muy apuesto. Siempre que paseamos juntos todas las señoritas se sonrojan y comparten risillas jocosas que por cierto me sacan de quicio. Tiene el cabello un poco rizado y color rubio oscuro. Parece un niño. Es muy fuerte también, su padre le ha enseñado grandes cosas en el arte de la defensa personal, y él las comparte conmigo. Su padre es dirigente de la organización de seguridad en el estado. Es por eso que fundó cerca de aquí un campo de entrenamiento para sus hombres, y por su puesto para su hijo. Y para mi también, dado que Esteban me invita seguido allí y realmente me la paso muy bien, quizás por el hecho de pasar inadvertida para todos, no voy con esos vestidos de dos metros que usan las señoritas, solo uso un uniforme de caballeriza o de un trabajador de campo, y cuando entreno con Esteban, usamos uniformes de soldado, que son graciosos y muy formales. En el entrenamiento se usa una especie de casco para proteger la cara, así que con un uniforme de hombre y un casco no queda seña alguna de mi feminidad. Aún sin ello no hay muchas muestras. Soy un poco delgada y blanca. Mi cabello es negro, un poco ondulado y largo. Lo único que me gusta de mi son mis ojos, azules, como los tenía mi padre. Creo que no heredé la belleza de mi madre, más sin embargo, los dos viven en mi, tal vez mi físico sea el de un ancestro lejano. Tampoco me importa no sentirme bonita, y a veces hubiera deseado ser hombre, para no perder tiempo pensando en estas banalidades y por supuesto, para ser más fuerte.
Hoy por la mañana Esteban ha pasado por mí. Hemos estado un rato en el campo. Él entrena con la escolta de nivel 5, es decir, los más avanzados, los hombres más fuertes de la comarca. Yo entreno con los nivel 2 y a veces con los del 3, los del nivel 4 serían mucho para mí supongo, aunque cuando no se es muy fuerte, se desarrollan otro tipo de habilidades, como la velocidad y la exactitud del ataque, no se puede desperdiciar fuerza en cualquier cosa. Esteban siempre manda a los recién ingresados conmigo, los hago papilla a todos, quizás lo toma como una especie de motivación personal para que se superen y no vuelvan a ser vencidos por una mujer. En eso estaba cuando vi a un sujeto observando la contienda, yo había terminado. Entonces él entró. Sospeché desde el principio que no era un principiante. De alguna manera, sentía que ejecutaba las mismas técnicas de ataque y de defensa. ¿Cómo proceder entonces? La mayor parte del tiempo sólo nos esquivamos, después logré dar un golpe en su pecho, justo iba a dar otro cuando contuvo mi puño. Incorporé el otro, pero también lo detuvo y comenzó una guerra por liberarnos, sólo era ataque y contención. En una de esas di un golpe tan fuerte que al chocar con su puño caímos. Él se quedó mirando fijamente mis ojos, y yo los suyos, también azules, después se levantó y me tomó de un brazo, hizo mi casco a un lado y confirmó la sospecha que inició en mis ojos. Estaba peleando con una mujer.
-¿Se encuentra usted bien?
-Por supuesto, continuemos ahora.
-Lo siento, no puedo luchar con una mujer, va en contra de mis principios.
Dio media vuelta y se marchó. Yo me quedé en el lugar, observándolo con rabia y enojo. Quizás me había ganado, si, esto porque yo me encontraba cansada después de haber entrenado con tantos, sólo para que ese tonto viniera y me dijese que no puede pelear con una mujer. O ni siquiera puedo saber si hubiera ganado yo, tal vez lo hubiera hecho, pero no puedo saberlo dado que el muy cobarde se largó. Me quedé un rato más peleando con los de nivel 1.
Después me cambié a mi ropa usual, pantalones negros, botas negras, y para variar, camisa negra. Fui a despedirme de Esteban, él estaba platicando con sus compañeros. Al verme se alejó del grupo, me saludó con un beso en la mejilla y un medio abrazo. Yo le sonreí tiernamente.
-Ven, quiero presentarte a alguien. Mira él es Ricardo, él es mi mejor amigo desde hace muchos años, viene de un condado cercano.
Un hombre se apartó del grupo y se dirigió hacia nosotros. Era el mismo con quien había luchado hacía unos momentos. Tenía el mismo semblante soberbio y ciego que despertó de nuevo ese odio en mi, sobre todo cuando cruzaron por mi mente esas palabras “él es mi mejor amigo”.
Ricardo extendió su mano y le saludé lejanamente, yo permanecía a un costado de Esteban.
-Mira Ricardo, ella es Helena. Espero puedan llegar a llevarse muy bien.
-Es un placer conocerla – musitó Ricardo. Yo no respondí nada.
[SIZE=3]-Esteban, sólo pasaba a despedirme, tengo algunos asuntos que atender con Alonso, nos vemos.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]Salí apresuradamente. Ellos se quedaron juntos.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-¿Ella es tu novia?-preguntó Ricardo. Esteban comenzó a reírse.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-No, que preguntón eres. Ella es como mi hermana, también es mi mejor amiga desde siempre, espero puedan llevarse bien.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-Creo que no habrá problema en ello.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-¿Y has venido solo?[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-No, han venido también mi prima Sonia y algunas de sus amigas. Ya te imaginarás que tuve un divertido viaje entre conversaciones de mujeres.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-¡Ja, ja, ja! Pues te lo mereces hombre por haberme dejado abandonado tanto tiempo.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-¿Por qué dejas a Helena luchar con hombres en este campo?[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-Lo hago porque si no lo hiciera ella se molestaría, además debe aprender a defenderse.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-¿Pero si alguien la lastima?[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-Ella es muy buena en esto, podría decir que hasta mejor que yo, por eso no te preocupes. ¿Pero cómo sabes que pelea con nuestros principiantes, acaso la has visto?[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-Sí, allí en el salón de nivel 1 nos encontramos. Suspendimos el duelo al percatarme que era una mujer, parecía molesta.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]- Bueno cómo no va a molestarse, si siempre gana, ninguno de esos niñatos se le escapa. Te invito a cenar esta noche en mi casa. ¿Vienes?[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-Claro. ¿Puedo llevar a Sonia y sus amigas? Se molestarían enormemente de no llevarlas, ya sabes cómo son.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-¿Es broma? Por supuesto que pueden venir, hace mucho tiempo que no saludo a Sonia.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-¿Invitarás a Helena?[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-No creo que desee ir, no le gustan esas cosas.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-Bueno en un rato más te veo.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-Hasta pronto.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]Los dos hombres se despidieron y partieron.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]Cuando llegué a casa, un tumulto en las tierras vecinas captó mi atención. Tres bien peinadas señoritas carcajeaban estridentemente, insoportablemente, diría yo. Subí a mi habitación, desde la alcoba podía verse la casa vecina, parecía que los De La Vega, después de mucho tiempo, habían decidido regresar, cosa que me tenía sin cuidado. El hecho de que ellos encontraran los cuerpos de mis padres y no hubiesen visto a los culpables siempre despertó en mi desconfianza hacia ellos. En eso estaba cuando las latosas vocecillas se encendieron de nuevo.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-¡Ricardo, por fin llegaste!-gritaba una de ellas mientras se le echaba a los brazos.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-Si, Sonia, ya veo que me extrañaron mucho.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-Por supuesto, este lugar está sucio y hay animalejos por todos lados por favor llévanos a otro lado.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-No te preocupes por ello, los trabajadores y yo nos encargaremos de dejarlo impecable, ustedes prepárense porque en la noche las llevaré a una cena en casa de mi amigo Esteban.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-¿Una cena? Que emoción, nos encanta la idea, empezaremos a arreglarnos, gracias primito.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-No tienes nada que agradecerme.[/SIZE]
[SIZE=3][FONT=Calibri]Desgraciadamente pude percatarme de toda su conversación. Así que el imbécil de Ricardo es de la familia De La Vega. Genial, una razón más para odiarle. ¿Por qué tiene que vivir justo enfrente de mi casa y armar semejante alboroto? No pueden vivir en silencio, tienen que andar enterando a medio mundo de lo que hacen. Y esas niñatas sucumbiendo sus pobres esfuerzos en arreglarse para una cena. Ser bonitas es el único motivo de su existencia, casarse y poblar el mundo de más seres estúpidos igual que ellas. Genial, genial. Ahora estoy de mal humor. Ni siquiera me importa que no me hayan invitado a la cena, no hubiera asistido de todas maneras. [/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
[SIZE=3][FONT=Calibri]Después de un rato salí a atender a Cedric, le di su alimento y estaba cepillándole cuando Sonia y compañía se acercaron a la cerca. [/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-¡Qué lindo animal! Sería excelente para una exposición y lo que me gustan a mí, y el blanco que me va muy bien. ¡Dile a tu amo que quiero comprárselo! Le miré despectivamente.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-¿Qué no escuchaste? Quiero comprar ese caballo, por una gran suma de dinero, dile a tu amo que deseo hablar en persona con él ¡ahora! Esta vez me sacó por completo de mis casillas.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-Yo soy el propietario del caballo, y no está en venta, jamás lo estará, además no lo vendería a alguien como usted. Cedric no es un objeto de lujo.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]La muchachita hizo un berrinche con la cara, las otras dos me observaron de pies a cabeza. En eso se acercó Ricardo.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-¿Helena? No sabía que fueras vecina de estas tierras.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-Ni yo. Respondí a secas mientras me alejaba con Cedric.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-¿Qué acaso conoces a esta? gritó Sonia.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-Si, es amiga de Esteban, la he conocido hoy.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-Pues se ha portado con muy pocos modales con nosotros. Además mira cómo viste. Seguro que me ha mentido cuando ha dicho que es la dueña de ese caballo y de esas tierras.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-En efecto, ella es la dueña. Fue la única hija de los padres.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-Quizás por eso sea tan insoportable. En fin, iré con las otras para continuar con nuestros atuendos.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]Ricardo se quedó un poco pensativo, preguntándose si el mal gesto de Helena se debía a lo que había ocurrido entre ellos por la mañana. Supuso también, que entablar amistad con ella sería más difícil de lo que esperaba, y que por supuesto, habría mucho más problemas de los que había contemplado hasta ahora.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]Por la noche, Sonia, Ricardo y sus dos amigas llegaron a casa de Esteban. Platicaron un poco durante la cena, después Ricardo salió a la terraza acompañado de una de las amigas de Sonia, llamada Martha. La otra se llamaba Estela y se había quedado platicando con la cocinera sobre las recetas, mientras que Sonia platicaba en secreto con Esteban. Los dos eran muy bien parecidos, la atracción fue inmediata. Los dos eran algo coquetos, así que la persuasión fue demasiado evidente, y en realidad no fue necesaria. Sonia era muy bonita, además, tenía mucha experiencia en cómo manejar a los hombres. Por su parte, Esteban estaba impresionado por su delicadeza, y claro, por su belleza. Le regaló una rosa de su jardín, y allí mismo se besaron.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]Por su parte, Ricardo no tuvo la misma suerte. Mientras Martha trataba de matar el silencio con sonrisillas tontas, el seguía perdido pensando en no sé que cosas. Martha terminó por molestarse y volvió con Estela. El camino de regreso estuvo lleno de cuchicheos y preguntas hacia Sonia, risitas y más risitas. A Ricardo le daba gusto que Sonia tuviera un enamorado, y que ese fuese Esteban, después de todo ambos eran de entrañable afecto para él.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]A la mañana siguiente Ricardo se encontró con Helena, mientras alistaba sus cosas, parecía que tendría un viaje.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-¿Saldrás de la ciudad? –preguntó Ricardo.[/SIZE]
[SIZE=3][FONT=Calibri]-Iré a un pueblo cercano a arreglar unos asuntos de mis caballos, si te pregunta Esteban por mi, dile que regreso en dos meses. [/FONT][/SIZE][FONT=Calibri]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-Eso le diré, suerte en tu viaje.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]-Adiós.[/SIZE][/FONT][/FONT][/font][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/font][/font][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT]

 

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GUISE

 

me ha resultado muy interesante tu narración amiga. con acabado detalle te transporta concadenádamente en el tiempo y espacio, dejando nítidamente marcados todos y cada uno de dichos eventos en la interioridad de la protagonista. de por sí esta primera parte es excelente.
muy detallada y esplendida historia.
quiero felicitarte por la sobriedad del lenguaje y dinámica del tema......un abrazote: R. toro :::lengua1:::

 

jiji mil gracias por leerme rodrigo un besote

 

gracias sir dominus, si en efecto, la familia por parte de su padre está perdida, helena no tiene hermanos, pero si tenía un tío por parte de su mamá jeje

al fin de cuentas es huérfana pero pronto encontrará a sus familiares jeje y esto es solo el comienzo mil gracias por leer mi historia jeje

 

me ha gustado cabalgar por esta primera parte de tus soledades....seguimos

 

francisco, mil gracias por leerme jeje es mi primer intento en prosa

 

Tengo que ser sincero. En un inicio al ver la duración del relato ya me andaba arrepintiendo. Es que traigo sueño querida amiga. Pero dije, carajos muchacho, ella ha leído mucho más de ti, se merece más gratitud. Y bueno, con lo que me encontré gracias a ese pequeño arranque de torpeza chacalera, fue con un relato con mucho poder de intriga, de ganas de seguir leyendo hasta que se le cayeran los recursos. Y me encontré también con personajes entrañables, como la narradora, que creo, tiene mucho de su escritora. Un afán por la lucha, de lucha también en contra del estereotipo de la mujer de vitrina. Y bueno, justo ahora que la leo me doy cuenta que sus recursos como prosista, en una de esas andan ya rebasando a sus recursos como poetiza, o será que ambos se complementan? no sé. Pero en verdad que esto es bueno. Me gustan mucho los caballos, aunque debo de reconocer que poco conozco de ellos. Estos pasajes tuyos me recordaron una lectura que hace mucho no tuve, también de una novela enmarcada en la fantasía y la guerra. La novela tiene un nombre: "El nombre del viento". Y bueno, al igual que con la novela de más de 800 páginas que me chuté con singular alegría, creo que me quedaron ganas de reventarme la segunda parte.

Un beso querida amiga. Te estimo demasiado. Hasta pronto.

 

Querido Niebla, debés perdonarme por que es mi primera prosa jejje y ssi , terminó siendo casi una telenovela.

 

Querida Megara aunque la prosa no es mi fuerte quise pasar para dejarte mi comentario, mis estrellas y mi cariño, lo cierto es que me enganche con la historia y la lei hasta el final, debo confesar que escribes muy lindo no es facil seguir adelante con dialogos y mas con diferentes personajes, pero lo has hecho muy bien. te envío mi afecto y mi sincero cariño. Marta

 

uhmm, creo que vas muy apresurada en ciertos pasajes del relato, en el momento del beso y algunos detalles más, pero lo haces muy bien, es raro encontrar algo que a la primera vista resulte tedioso de leer, pero cuando se te lee un poco más uno se da cuenta que tiene oficio y que sólo falta pulir un poco más ese estilo.

Una historia larga, absorbe y absorbe muchísimo tiempo y esfuerzo, sólo espero que siga con la misma calidad

Te leeré

Un beso

Eugenio

 

Eugenio, gracias infinitas por leerme, un gran abrazo para vos desde el norte de las mismas tierras.