Jamás me dijiste tu nombre verdadero

​

​

​

​

Te escuchaba,
seguía tus palabras...
Nunca pasé por alto nada.

Tus descubrimientos fueron importantes para mi,
así como tus desaciertos e inventos.

Pero pasé por alto algo fundamental:
Tu vida e historia no se basaba en la verdad.

Por tanto amarte no me permití cuestionarte
para luego, con el paso de los encuentros
empezar a atar cabos y encontrar
la simple verdad del testaferro:

Jamás me dijiste tu nombre verdadero
y jamás supe decir suficientes “Te quiero”​

©®Todos los derechos reservados bajo el nombre de Jorge de Córdoba, Cesarfco.cd​

 

solo miramos lo que observamos
y observamos sólo lo que esta en la mente..

y a veces en la oscuridad se esfuman las ideas y encontramos la realidad

 

Gracias Angi por pasearte entre estas líneas.

Saludos.

 

Mi apreciado amigo César, que bello y dulce poema el que compartes. El amor nos ciega todos los sentidos y nos hace incapaces de ver la realidad, sólo nos permite ver los que el mismo amor nos permite ver y jamás el tiempo es suficiente para conocer la verdadera relidad ni para decir lo mucho que amamos a nuestro complemento. Estrellas amigo y un fuerte abrazo.

 

una dulce melancolía guardan tus palabras Francisco, toda una belleza de letras, un placer leerte.

 

Certera manera de verlo.

Gracias Rafael por leerlo y comentarlo.

Un abrazo.

 

Gracias Megara por pasearte entre estos versos.

Un abrazo.

 

Muy bello y reclamante
Un abrazo
Rosario

 

Lo peor, Rosario, es que el reclamo es hacia dentro.

Un abrazo.