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Un cuento de navidad

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por cristobal monzon lemus, 20 de Diciembre de 2009. Respuestas: 2 | Visitas: 645

  1. cristobal monzon lemus

    cristobal monzon lemus Poeta que considera el portal su segunda casa

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    UN CUENTO DE NAVIDAD
    Un abuelo, sastre de noble oficio ya retirado por sus avanzados años, estaba muy entusiasmado, por los quince años de su nieto, coincidentes con las navidades. Empezó a pesar de sus escasos recursos, hacer sus ahorritos, para confeccionarle con sus propias manos, el primer traje completo por ser ya un hombrecito, No era fácil esconder los centavos, del presupuesto de la casa bien calculado, por su esposa, ama y señora de la casa, encargada de controlar el gasto, en sus ingresos y egresos, sin qué, se le escapara nada. No obstante el esposo con algunas mentirillas, los iba juntando poquito a poquito. Cuando salía hacer sus mandados, veía en las vitrinas, variedad de telas, viendo colores, calidades y precios, pensando en la personalidad de su nieto. Seleccionado, lo dicho, y contando los días, hizo sumas y restas, quizás comprando de ésta calidad, me queda un sobradito, para un regalito.
    Muy cercana la fecha, se le veía un poco nervioso, un tanto agitado, un carácter no acostumbrado, algo tembloroso. Su esposa de toda la vida, acostumbrada a tenerlo a su lado, lo conocía en todas sus características, desde sus pequeñas cuitas, hasta sus delicados gustos y, hasta en el estilo de hablar cuando estaba de buenas, cuando estaba enojado, cuando estaba saludable, o cuando estaba enfermo, en fin ella perecía un mujer que meticulosamente conocía a su hombre, no había escape de nada. Solo eso faltaba, que le volviera esa ingrata enfermedad a mi marido, que lo puso más viejo, más débil, y nos vaya a dejar, a unos pasos de las navidades.
    En las vísperas de aquellas fiestas el abuelo fingiendo dormir, se levantaba cuando su esposa dormía y empezaba su trabajo, cuidando de irse a la cama, antes que ella despertara, que por cierto era costumbre suya levantarse muy temprano. El abuelo estaba muy contento, así lo manifestaba, de ver como el trabajo avanzaba, y hasta las canciones, que en la radio escuchaba cantaba, por supuesto su mujer feliz de verlo con aquel alegre talante. Aunque como mujer le venían no muy felicesrecuerdos, ¿será algún secreto, que mi marido está guardando?. Aunque si era cierto, pero no lo que, ella imaginaba, tomando como base antecedentes, cuando muy jóvenes él guardaba un engaño, pero las cosas, se calmaron cuando como esposa tomó una decisión determinante: si continúas con esas andadas, me marcho para siempre de tu lado.
    La noche anterior, al de la Noche Buena, noche de estreno para la muchachada, el abuelo casi dando fin a su obra, terminando el traje estaba, cuando se quedó sin hilo, del color de la tela en las últimas puntadas, muy cerca de la madrugada. Lágrimas brotaron por su intento fracasado, muy triste buscaba entre su guarda hilos, el color anhelado. Una luz iluminó más fuerte que la de su candela, un ángel de cabellos largos posó a su lado, le dijo: no te preocupes, calma tu pena, haz de mi cabello tus hilos, y termina el traje de tu nieto, tienes el tiempo justo para irte a la cama, antes que tu esposa despierte. Con aquella luz su visión fue suficiente y, terminó su trabajo siguiendo el consejo del ángel
    Gran felicidad existía en aquel hogar, con un pequeño y humilde nacimiento, confeccionado por el nieto, con sus lucecitas de colores titilando al compás del corazón del abuelo, viéndolo con su traje completo, muy orgulloso de lucirlo ante sus amigos. Gran sorpresa de la abuela, enternecida casi al borde del llanto, le dio un beso cariñoso a su esposo, solicitado por él, durante años y negado por ella, cuando lo de su aventura, que, con aquel beso perdonara para siempre.
    Cristóbal monzón lemus.
    respiro luego escribo.
     
    #1
  2. Rosario de Cuenca Esteban

    Rosario de Cuenca Esteban Verso Suelto

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    Muchisimas gracias por tan hermoso cuento...
    Un arazo
    Rosario
     
    #2
  3. cristobal monzon lemus

    cristobal monzon lemus Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Al contrario Rosario, el agradecido soy yo, por la honra de tu venida a visitar mis letras, que se engalanan con tu presencia y por supuesto convencidas que, por ser tú, insigne escritora de excelente prosa, lo que dices me enorgullece, y hace crecer nuestro ego, y lo celebramos con tu presencia y como tu lo mereces. Al expresarte nuestro sincero agradecimiento, respetuosamente te envíamos , cariñoso saludo. Crimolem.
     
    #3

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