Alma Rota

Ella tiene cuatro soles
Que son la luz de su vida
Cuatro luceros que alumbran
Su sendero cada día.

Solo teme la hora negra
En que él regresa a casa
Y en su corazón encierra
La pena que la avasalla.

Que sus hijos no la vean
Que no la escuchen llorar
Ellos que no sepan nada
De su lamento y pesar.

Hora negra de su vida
Hora de su mala suerte
El día que se clavaron
Sus miradas frente a frente.

Nada debe agradecerle
Solo llantos y dolor
¡Que no sirves para nada!
Con quien me he casado yo?.

Disfrutar haciendo daño
Humillando sin piedad
Ahondar y ahondar en la herida
Que no deja de sangrar.

¡¡Por Dios!!, que acabe el tormento
que ya no la humille más
que no la escuchen sus hijos
que no la escuchen llorar…
[MUSICA]http://209.197.89.57/19580222/pop/commodores/Three_Times_a_Lady.mid[/MUSICA]

 

Rosa amarilla, dueña del color de la amistad.

Nos presentas una maravillosa composición, propia. Donde el brillo de tus soles es el mismo reflejo que en gran legado tu alma a anidado en sus vidas.
Abnegada madre, me felicito de sabes de tí y de disfrutar estas bellas líneas.

Un abrazo poeta, amiga y compañera.

 

Cruda realidad la que reflejas en esta historia. Muchas mujeres atenazadas por el miedo, por la barbarie y con unos hijos, a los que creen proteger sometiéndose. Esos cuatro soles se convertiran en soles apagados por la pena.

Un besazo y un enorme abrazo

 

Gracias por tus palabras.
Un beso.

 

Si es horrible, pero es asi.
Gracias, un beso.

 

precioso, simplemente pecioso, aunque sea doloroso

 

Rosa Amarilla,gran composición poética, esos soles deben ser la energía para escribir con letras sentidas los infortunios y las adversidades en el espacio de la sensibilidad de los poetas.Me encantó.Con admiración, besos y abrazos luecamon.

 

Ayyy amiga, lamentablemente hay tantas mujeres en esa situación, bien versado expresas la pur verdad!

 

Tremenda realidad, ella toda amor y toda temor, vulnerable por los cuatro costados, temerosa incluso de amar y le pagan su cariño con la bofetada de una negra y sucia mano incapaz de hacer una caricia. Mueran las manos negras y aquellos que las usan para vestir de luto los sentimientos y de sangre el amor.
Precioso Rosa Amarilla, guárdame un secreto. Eres genial

 

Qué cruel realidad la que manifiestas en esta historia. Mujeres sujetadas por el temor, por la crueldad, con hijos a los que creen resguardar agachando la cabeza, los cuatro soles se bautizarán en soles ahogados por la pena.